lunes, 16 de mayo de 2011

Alimentación en el 2º mes

Cuando Mario cumplió dos meses nos pareció que le iba a ir mejor comer cada más horas. La verdad es que por el día le estábamos dando su toma cada tres horas, pero por la noche, aguantaba las cuatro horas perfectamente (desde que tenía una semana!). Y como siempre ha estado liadillo con el estomágo, primero con los reflujos y luego con los gases, la verdad es que nos pareció mejor intentar que le descansara algo más entre toma y toma.
Ha ido estupendamente, le damos de comer cada cuatro horas todo el día (por la noche dejamos que sea él el que pida, pero suele ser cada cuatro horas, no aguanta mucho más) y está mejor del estómago, parece que descansar más entre toma y toma le sienta bien. Eso sí, hemos empezado a preparar sus biberones de 180 ml, porque hay tomas en las que si no, se queda con hambre.
Cuando digo que empezamos a prepararle los biberones de una determinada cantidad (antes y ahora), no significa que siempre se los termine, significa que se los preparamos porque a veces lo hace. Y como es bastante irregular con las comidas, preferimos tirar leche en algunas tomas en lugar de tener que preparar un biberón de emergencia de 30 ml en otras (que le corta el rollo bastante...).
Así que ahora le ofrecemos biberones de 180 ml para desayuno (entre las 8 y las 10), comida (entre las 12 y las 14), merienda (entre las 16 y las 18), cena (entre las 20 y las 21), recena (entre las 23 y las 0) y la toma de madrugada cuando él la pide, que suele ser entre las 4 y las 5 de la madrugada. Al principio sólo se terminada uno o dos biberones y progresivamente ha ido terminando más.

domingo, 15 de mayo de 2011

Masajitos

Susana nos invitó cuando Mario tenía 3 semanas a uno de sus talleres de masaje infantil y luego hemos repetido en alguna ocasión más (mil gracias, Su). 
La experiencia es preciosa y además, muy divertida. A pesar de que la primera vez que fuimos a Mario todavía no le gustaba nada estar sin pañal, no protestó en todo el taller. El primer día, estuvo alucinado con tanto sobeteo y con tanto niño y papis alrededor. El resto de los días, ya puedo decir directamente que le ha encantado. Y a nosotros también claro. No le hemos escuchado ni una protesta en ningún momento, la verdad es que es un aventurero, y un solete.
Desde que aprendimos los masajes, se los damos siempre antes del baño. Le vienen muy bien para relajarse y también son una estimulación muy buena, le sirven para tomar conciencia de su propio cuerpo. Y además es otra excusa para estar un rato dedicados a él y haciéndole carantoñas. En cuanto al masaje I Love You nos ha salvado la vida con el tema de los gases y de los cólicos, ese se lo hemos dado muchos días antes de cada toma para evitar problemas.
Los masajes son sencillos, la única ciencia está en encontrar el grado de presión adecuado para el niño. Basta con un poco de crema hidratante, un ratito de tranquilidad,  y mucho cariño. Os lo recomiendo, es una gozada para todos.

jueves, 12 de mayo de 2011

Uñas

Me parece que ya lo había comentado en alguna otra entrada, pero bueno. Desde que llegamos a casa con Mario, le limamos las uñas de las manos con una lima de uñas normal y mucho cuidadito. 
Le crecen muy rápido, y en seguida se araña, así que más o menos una vez por semana. Como las tiene finitas y se le astillan con mucha facilidad, no me atrevo todavía a usar tijeras, la lima me es más sencilla. Además le encanta, le hace cosquillitas y le gusta el ruidito que hace.
En cuanto a las uñas de los pies, también las tiene muy finas e irregulares, pero le han crecido de manera mucho más lenta y se las acabamos de cortar por primera vez, estas sí, con las típicas tijeritas de bebé que tienen la punta redondeada. Es un poco complicado porque Mario tiene los dedos de los pies muy largos y con mucha movilidad, pero es cuestión de sujetar cada dedito con fuerza para que no lo mueva...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Las tallas de la ropa

No os fiéis de las tallas que van por edad: no coinciden con la mayor parte de los niños. Lo mejor, mirar la estatura (muchas veces en la ropa además de indicar la edad recomendada, también se indica la estatura, y suele se más realista) y usar el "ojímetro". Si la ropa va empaquetada de alguna manera, pedid que os la saquen, que no hay ningún tipo de homogeneidad en las tallas (ni entre tiendas, ni entre marcas), menos todavía que en las de adulto.
La ropa de primera puesta y de un mes de Mario le ha valido, alguna sólo una semana, otra, realmente hasta el primer mes. Pero luego hemos tenido que pasar a ropa de más talla, desde que tiene 6 semanas, la está usando de tres meses, alguna le queda perfecta y otra un poco grande. Los calcetines son otra historia, Mario tiene los pies muy largos, así que no ha podido ni estrenar ni los patucos que tenía, lleva calcetines de 6 meses desde que tenía un par de semanas.
Como la ropa de los niños es de algodón, si alguna vez tenéis que encoger un poco alguna que le quede grande, basta con lavarla con agua caliente o con usar la secadora. Aunque paciencia, porque lo que le quede grande, en unos días le quedará bien.
Parece mentira lo rápido que crecen los niños (que tópico suena, pero es verdad....). Nosotros tenemos ordenada la ropa por tamaño en los cajones de la cómoda de Mario y de vez en cuando vamos mirando el siguiente tamaño. Si se nos pasa un poco, casi no nos da tiempo a estrenar algunas cosas!!

martes, 10 de mayo de 2011

Babas

Ha sido cumplir los 2 meses y nadar en babas... Mario ha comenzado a babear muchísimo en ciertos momentos del día, al principio, esto nos ha costado varios sustos porque no sabe gestionar tanta baba y se atraganta. en un par de días se ha acostumbrado y, o bien se las traga (y si se traganta, tose) o bien las echa.
En algunos momentos le dejamos puesto un babero pequeñito porque se moja el body casi entero. De todas formas le vamos limpiando de vez en cuando porque se nota que son babas ácidas y le irritan la piel, así que se las vamos secando con una toallita suave.
Cosas relacionadas: le han cambiado las cacas, que ahora son más pastosas y brillantes, y de vez en cuadno suelta bocanadas en plan escopeta, pero no de leche, sino de babas, todo completamente transparente. Pobrecito. También se nota que a veces está un poco empachado y si tiene un rato malo, en la toma siguiente no tiene de hambre.

lunes, 2 de mayo de 2011

El carrito

Cuando tuvimos que elegir el carrito del niño antes de que naciera (inciso: lo hicimos demasiado tarde, en el octavo mes de embarazo, hacedlo con más tiempo que casi siempre hay que encargarlo y tarda, nosotros estuvimos nerviosos porque pensábamos que no llegaba a tiempo) queríamos algo sencillo, a la par que elegante, jaja. Bueno, sencillo, ligero, muy plegable (casa de 40 metros cuadrados.... todo plegable) y sin historias, no nos gustan estos cochecitos que parecen naves espaciales.
En Madrid hay muchos sitios especializados que además tienen muy buenos descuentos porque no compras exactamente el último modelo, o te ofrecen colores que la gente no suele coger. Nosotros fuimos a una tienda en Európolis y nos ahorramos unos 300 euros en el modelo que escogimos. Compramos el Streety de Bebé Confort, en color rojo, nos gustó porque es sencillo, ligero,  manejable, muy mono y se pliega en modo "bastón".
Al principio nos resistíamos a comprar un kit de estos que te obligan a coger cuco+portabebé/maxicosi+sillita+chasis. Pero la verdad es que si te empeñas en no cogerlo todo se las apañan para que te acabe saliendo más caro, así que al final lo cogimos todo. Incluido un bolso de paseo. 
Hemos utilizado el cuco para todos los paseos de Mario hasta este momento (también para ir en el coche), pero como ya está tan espabilado y ha empezado a hacer buen tiempo, nos da pena que no se entere de nada cuando salimos de paseo. Aunque le abramos el ventanuco que tiene el cuco en la parte superior, sólo ve la luz y trocitos de cielo. Siempre hemos puesto en el cuco una sábana bajera y una funda de almohada porque así era más acogedor y más fácil de limpiar si había reflujos de leche. Y normalmente ha ido dentro de su mantita con cremallera, y si hacía mucho frío, con un gorrito y calcetines en las manos (porque las manoplas se las quita).
Así que hemos comenzado a salir con el portabebé (y a usarlo también para el coche), y está encantado. Está enamorado de los árboles, setos y todo lo que sea verde y se mueva con el viento. Y se va fijando en todo. Eso sí, se agota y acaba dormido (en el cuco se quedaba dormido, pero más bien por aburrimiento y por el traqueteo). Pero disfruta mucho más de los paseos. Además el cuco se le estaba quedando pequeño, con el ritmo que lleva creciendo.... 
Eso sí, hemos aumentado las precauciones con el sol: crema pediátrica de protección total en cara y antebrazos (que de momento es lo que lleva descubierto), un gorrito y una sombrilla. Cuidado: te dicen que son universales pero no es verdad, el mecanismo mejor para tu chasis es obviamente el de la marca de tu chasis, las universales se van cayendo todo el rato porque van con una pinza y no hay manera de sujertarlas bien. Nosotros la compramos por internet, y no es la panacea (sigue siendo un poco difícil que quede bien sujeta, pero va bien.

domingo, 1 de mayo de 2011

Hipo

Ya desde que están en la tripa de sus madres, los niños sufren el dichoso hipo. Cuando estás embarazada, hasta te hace gracia, notas cada hipo y es una sensación muy peculiar. Pero cuando nace tu niño y le da el hipo tropecientas veces al día, ya no es tan tierno...
A Mario le da, desde el día que nació, durante o justo después de las tomas. Si es durante, normalmente con un poco de succión se le quita. Pero hay que tener cuidado de que no se atragante.
Si es justo al terminar, normalmente le da cuando consgiue echar un gas (a veces tiene hipo-eructos un buen rato). A veces es un ratito, y a veces le dura mucho, y cada hipo acaba siendo un quejidito porque termina harto. No hemos encontrado una solución universal, pero hay algunas cosas que suelen funcionar:
  • Succión, en este caso con el chupete.
  • Si con el chupete a secas no para, lo impregnamos con un par de gotas de sacarina líquida.
  • Si sigue sin funcionar, le cogemos en brazos, en vertical, y le damos un masajito presionando suavamente su espalda, especialmente por la zona alta y donde están los omóplatos.
Y si nada de esto funciona, pues a sufirir con él hasta que se le pasa. Recién nacido, podía tener hipo hasta 7 u 8 veces al día, ahora está alrededor de 4 ó 5, así que por lo menos, vamos mejorando.

Ropa de cuna

Contestando a una amiga que me preguntaba, para las cunas pequeñas no es fácil encontrar ropa de cama específica, casi todas las sábanas y mantas están pensadas para las cunas estándar (cuna-cama), que son más grandes, aproximadamente 150x80 cm.
Pero no pasa nada, se pueden usar, simplemente teniendo cuidado con que el sobrante no haga que el colchón quede más elevado por unos sitios que por otros. Nosotros tenemos la cabeza de la cuna un poco elevada por el tema de los reflujos, así que aprovechamos y entre la tela que sobra y un par de toallas dobladas (las toallas, sirven para todo...) que ponemos debajo del colchón, ya tenemos la inclinación necesaria.
¿Dónde comprar la ropa de cuna? Pues donde salga bien de precio, porque conviene tener recambios (con Mario, entre reflujos y vómitos, todo el día lavando),  y el algodón sea de buena calidad (algunas sábanas están bien de precio, pero como todo es de algodón, las lavas y encogen y salen de la lavadora echas un higo, aunque yo siempre lavo con agua fría). A mi me han ido bien las de Zara Home, el Hipercor y Texturas (que además son monísimas).
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