
Ahora cuando vamos en el coche también se va fijando en los semáforos y en las señales. Y nos va preguntando lo que significa cada una. Así que nos avisa si hay que parar cuando hay peatones, si hay un Stop, si hay un bache. Lo gracioso es que le escuchamos jugando con sus coches y aplicando las mismas normas con las señales de juguete. Y que intenta seguirlas también cuando va con la bici por la calle, se lo pasa pipa.
En resumen, que tenemos a un mini-vigilante a bordo, por lo que si ya antes eramos respetuosos, ahora con más razón....
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