Habíamos escuchado hablar de las crisis de los 30, de los 40, etc. Pero no de la de los tres. Y Mario lleva un par de semanas en plena crisis.
La verdad es que se han juntado la mudanza, una época de muchos viajes de padreprimerizo y de mucho trabajo para mi, las emociones de una excursión y de su primera fiesta de cumpleaños. Pero es algo que ya habíamos observado antes en menor medida.
Cuando terminó el verano y dejamos de estar los tres pegados las 24 horas del día, Mario pasó de la cuna a la cama (tengo una entrada pendiente, por cierto) y comenzó su último año de guardería. Le insistieron mucho en que le iban a enseñar a ser independiente y le iban a preparar para el cole de mayores. Y estuvo unos días rarillo, negándose a hacer cosas que ya sabía hacer porque decía que era todavía pequeño. Con mucho cariño se le pasó rápido, pero a veces le notábamos gestos de cierta pena por crecer. Y ciertos miedos nuevos que indicaban una madurez que antes no tenía.
Estos días se ha repetido esta crisis, en la que está orgulloso por lo mayor que es y por las cosas que ya puede hacer sólo, pero en la al mismo tiempo se resiste a crecer y le da miedo que le comencemos a tratar de manera diferente. Le hemos notado que nos ha pedido que le ayudemos a desvestirse, a cenar o que nos ha preguntado si hacíamos algo concreto (como secarle después del baño o comerle a besos!!) "porque todavía era pequeño".
Llevamos dos semanas repitiéndole que siempre va a ser nuestro bebé, y que hacemos lo que hacemos porque somos sus padres, que no se preocupe que siempre le vamos a ayudar. Pero le notamos una mezcla de alegría y tristeza muy curiosa. Otra cosa: ha comenzado a preguntarnos cómo era él cuando era un bebé. Es la primera vez que nos pide ver fotos y que le contemos historias ¿cómo comía? ¿cómo dormía? ¿llevaba pañal? Supongo que es un signo de que se de cuenta de que ya no es tan pequeño.
Pero bueno, como siempre, con paciencia, cariño, hablando mucho con él y poco a poco. Seguro que con la emoción de las cosas bonitas de estos próximos días se olvida un poco que se hace viejo... Pobre!!