Poco a poco a Mario se le ha ido pasando la tontuna con el baño que tuvo este invierno, y con la llegada del calor, ahora es pasión lo que tiene por los grifos, el baño, las duchas, los salpicones y cualquier cosa que hagamos durante el día que tenga que ver con refrescarse un poco.
Ahora en cuanto abrimos el grifo para prepararle el baño ya nos pide que le metamos en la bañera y va jugando con el chorro de agua mientras se llena. También le encanta lavarse las manos, asomarse mientras nos duchamos para que le salpiquemos.Ya no tiene problemas en flotar en la bañera en ninguna posición, protesta cuando la sacamos del baño. Tenemos ganas de que empiece la temporada de piscina, a ver si le gusta también (el año pasado le encantaba, pero bueno, como todo son etapas....)
El único problema: se ha empeñado en desentrañar los misterios del grifo monomando, y en un día lo ha conseguido. Como el grifo del bidé está tan a mano, ya me ha encharcado mi baño dos veces hoy y me ha hecho una performance tipo cantando bajo la lluvia. En fin, dejaré estos días una fregona a mano.
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