lunes, 6 de junio de 2011

La llegada del calor

Estos días está haciendo un calor horrible en Madrid, casi 40 grados. Y el pobre Mario que vino al mundo con nieves, sufre en silencio los sudores de sus mollitas. Eso sí, en silencio pero con unos coloretes....
Este calor tan terrible nos ha supuesto algunos cambios. Para empezar, en la rutina. Los paseos tienen que ser muy prontito por la mañana, de salir a las 12.00 o 12.30 como antes, nada de nada. Y los hacemos con Mario embadurnado de crema protectora para el sol, con gorrito y sombrilla.
Además en casa ya está siempre desnudito, sólo lleva el pañal. Y hemos empezado a ofrecerle un biberón con agua entre toma y toma (mineral o hervida). Tenemos suerte porque le gusta mucho el agua (nos lo había parecido porque se tomaba el Colikind con mucha alegría, chupando el cuentagotas y todo). Como bebe bastante, se la damos a media mañana y a media tarde (se despierta de la siesta con los labios secos y se pega un buen trago), de manera que no le quite el hambre para la siguiente toma.
Ah, y lo más importante, hemos dejado de ponerle el dudú para la siesta y entre la cena y la recena. El pobre sudaba como un pollito y además ya iba siendo hora de intentarlo (nos veíamos con Mario con 5 años y el dudú...). De momento todo bien, los primeros días le costó un poco más conciliar el sueño, pero está mucho más tranquilo que de recién nacido, así que con un poco de paciencia, se duerme sin grandes trastornos. De momento lo seguimos utilizando entre la recena y la toma de madrugada para garantizarnos unas pocas horas de sueño seguidas, se sigue notando que duerme más profundo con dudú que sin él, y además no necesita el chupete apenas por lo que no hay que estar poniéndoselo todo el rato. Pero a esas horas se está más fresquito y no se agobia con él. Si todo va bien, en breve intentaremos que duerma ya toda la noche sin él.

Actualización: Casi todas las cosas para el bebé las hacen de plástico o plastificadas para que se puedan limpiar bien. Así que hay que tener cuidado con el calor, porque si va sólo con el pañal, el pobre acaba todo sudadito si no se pone nada de por medio. Según donde le sentemos, o le ponemos camiseta o ponemos una toalla, alguna vez nos hemos dado cuenta y cuando le hemos cogido (silla, hamaquita, etc) estaba empapadito. Hay que estar en todo.

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