jueves, 30 de octubre de 2014

Cuentos (y II)

El siguiente paso fue leer un libro largo los dos juntos, por capítulos. Surgió por casualidad, Mario tiene en su habitación muchos libros que yo había guardado de cuando era pequeña, mis favoritos. Uno de ellos es El Mago de Oz, en una edición preciosa de Anaya. Siempre la ha llamado la atención este libro, y antes del verano me pidió que lo leyéramos juntos.

Pensé que se iba a aburrir, pero todos los días me lo recordaba, y nos íbamos un rato a su cama, los dos tumbados juntos, para que le leyera un capítulo o dos y viéramos las ilustraciones. Le encantó la historia y me acordé de la peli. Así que cuando terminamos el libro se la puse. Para mi sorpresa, me iba contando lo que iba a pasar (no sabía hasta qué punto había escuchado todo lo que le leía) e incluso se indignó (igual que su madre en esto) cuando vio que había un par de cosas del libro que en la película habían cambiado. Tenemos pendiente leer algún otro de esta colección, pero ahora prefiere un papel más activo en los cuentos.

Lo siguiente es que por la noches al acostarle, en lugar de pedirme nuestra canción, me comenzó a pedir un cuento. Cada noche me proponía un tema y yo tenía que contarle un cuento sobre eso. Empezamos con piratas, caballeros y sirenas; pero al llegar el verano ha comenzado la época de las profesiones y los rescates así que todos los cuentos son de basureros, médicos, policías, bomberos, helicópteros y cosas similares. Los cuentos que más le gustan, me pide que los repita otras noches y como se acuerda de ellos, se los tengo que contar igual.

Y en las vacaciones comenzamos con un proyecto en casa en el que todavía estamos: escribir nuestros cuentos favoritos juntos. Yo no soy muy buena dibujando, así que buscamos en Google dibujos para colorear que representen las escenas más importantes del cuento. Imprimimos uno por página con hueco para escribir y entre los dos coloreamos cada dibujo y escribimos debajo el texto en mayúsculas, Cuando terminamos, hacemos una portada y ponemos nuestras fotos y nombres (que para algo somos "los autores", como dice él).

De momento hemos escrito el de los basureros y el de los bomberos, dos de sus favoritos. Y ahora quiere el más difícil todavía: que hagamos los dibujos nosotros. Hace un mes que Mario pasó de los dibujos "abstractos", jaja, por decirlo de alguna manera, a los figurativos. Así que ahora quiere que los hagamos todo nosotros. Y también le gusta que hagamos teatrillos (o con nosotros o con los amigos) y representemos los cuentos que nos inventamos.

Todavía me acuerdo de cuando me preocupaba porque era un culo inquieto y no había manera de que se sentara 30 segundos a mirar o escuchar un cuento. Quién le ha visto y quién le ve. Estos Reyes seguro que una de las cosas que nos pide son cuentos!


miércoles, 29 de octubre de 2014

Imanes milagrosos y oposiciones

Antes del verano Mario me pidió que le enseñara a leer y le dije que lo dejábamos para las vacaciones. Pero con el buen tiempo, nos centramos en aprender a nadar y en pasarlo bien, y de
momento lo aplazamos.

Eso sí, compramos unos imanes con las letras en mayúscula (en su cole nos habían dicho que empezaban a enseñarles con las mayúsculas y no la vayamos a liar) y los pusimos en la nevera de la cocina. Cada vez que estamos en la cocina un rato, Mario está con los imanes, diciendo las letras y viendo cómo las junta. De esa forma, nos pide que pongamos su nombre, mamá, papá, pan, coche, etc. Cuando empezó el cole también nos empezó a pedir que pusiéramos los nombres de los amigos, y con eso nos vamos entreteniendo mientras hacemos la cena o recogemos la mesa.

Pero ahora resulta que está super-motivado, y por las tardes le apetece jugar pero siempre dedicar un rato a "estudiar". Yo bromeo con mi madre porque le digo que parece que está preparando oposiciones: todas las tardes me pide dibujar y colorear un rato, hacer algo con los números, algo con las letras. Y el otro día coge la pizarrita que tenemos para cuando estoy sin voz y nos escribe su nombre!!!

Ya sabíamos que lo reconoce, porque de hecho en clase se ha ganado un tatoo más de una vez por reconocerlo en diferentes juegos. Pero es que sabe escribirlo. Y ha seguido con las palabras que ponemos en la nevera, de momento con mamá, papá y abu. Me encanta verle con tantas ganas de aprender cosas, yo creo que nos quiere enseñar en casa lo que aprende en el cole, y además practicar y perfeccionar para hacerlo todavía mejor en el cole y que le recompensen allí de alguna manera. Se nota que se siente muy orgulloso de sí mismo con todo lo que está aprendiendo (cuenta las cosas constantemente, va diciendo las letras y los números que ve por la calle, dibuja en cuanto puede) y nos pide cosas nuevas todos los días, así que aprovecharemos esta temporada....


jueves, 16 de octubre de 2014

Discusiones filosóficas (IX)


"Mamá, ya no quiero beber más leche nunca" "¿Y eso mi vida? Si ya te gusta ¿no? "Sí, pero cuando bebo leche crezco y ya no me quiero hacer más mayor, estoy bien así" Muda me quedé. Con esto del cole a veces nos hace este tipo de comentarios y luego está un rato que se hace el pequeñito y pide ayuda para todo, aunque sean cosas que ya sabe hacer. ¿Qué se le pasará por la cabeza? Me lo imagino, pero siempre me sorprende con estas cosas....

miércoles, 15 de octubre de 2014

Después de un mes de cole

Mario lleva un mes en el "cole de mayores" y quería esperar un poco antes de comentar nada por aquí por si había cambios. Como parece que las cosas no cambian, ya me atrevo y os cuento. Está eufórico.

Este verano se acordaba de vez en cuando de que a la vuelta de las vacaciones cambiaba de la guarde al cole y preguntaba. Sabía qué cole era porque le habíamos llevado una vez para que lo viera por fuera. Cuando se fue acercando la fecha, empezó a pedirme que jugáramos al cole. Así que varios días yo hacía de profe y montábamos una clase en el salón, con él y un montón de muñecos de alumnos. Hacíamos una asamblea, pitábamos, cantábamos, hacíamos gimnasia. A Mario le gustan los cambios pero avisado de ellos, necesita hacerse a la idea, yo creo que jugando se fue "preparando". Y nos los pasamos genial.

El día que fuimos a la reunión de padres (tres días antes de empezar el curso) ya supimos quién era su profe y se lo contamos todo sobre ella. Y por fin llegó el primer día. Obviamente de la emoción se levantó super temprano. Como tenía una semana de adaptación, eso supuso tenerle toda la mañana preguntando cuándo nos íbamos, ya que a él le tocaba en el último turno. Se le hizo eterno al pobre. Entró muy contento y salió muy contento. De hecho quería volver por la tarde porque se le había pasado muy rápido. La semana de adaptación fue un caos, cada día un horario diferente, cada día nuevos niños. El pobre se pensaba que era así la cosa. Pero todos los días entró contento y salió contento. Pensé que le iba  a impresionar si veía a otros niños tristes o llorando, porque suele ser muy sensible, pero se lo habíamos explicado y parece que lo entendió. Así que se ponía el primero de la fila todos los días y si veía a alguno muy mal, le pasaba el brazo por encima del hombro y se ponía en plan padrecito.

El fin de semana se enfadó con nosotros porque no le llevábamos!! Se le pasó un poco cuando le dejamos elegir un cojín, un vaso y el resto de cosas que nos habían pedido que lleváramos.

La semana siguiente, ya con horario completo  (de jornada intensiva, eso sí) y con comedor. Todo genial y Mario encantando (aunque el comedor le impresionó un poco los primeros días). Y el último cambio ha sido al comenzar el mes de Octubre, ya sin jornada intensiva vuelven a clase después de comer. Y Mario encantado, incluso se tumba cuando ponen a los demás a dormir siesta y se queda tranquilo (yo creo que algún día ha echado una cabezada aunque él dice que no cierra los ojos, porque llevaba un par de años sin dormir siesta). Está feliz con el cole, sus profes y sus amigos.

Como resumen de este mes. Cosas positivas: le encanta su profe, su clase, el cole, se ha hecho amigo de todos los niños y se sabe los nombres y las peculiaridades de todos, disfruta con todas las actividades que hacen (de los juegos pero también inglés, la psicomotricidad y la informática, que le encanta), come bien, se lo pasa bomba. Y aprende un montón, porque en un mes le hemos notado cambios, está muy mayor....  Cosas negativas: la euforia tiene sus dos vertientes y muchos días ha acabado tan agotado que la última parte de la tarde se le ha hecho eterna. Cuando se pone así, o llora por todo, o no atiende a razones y nos reta o hace el bruto, o duerme muy inquieto y no descansa. En general, está muuuuuuy intenso. Pero bueno, se levanta más temprano que antes y lo da todo de 9 a 16, con todo tipo de estímulos nuevos, así que hay que dejarle tiempo para que pille el ritmillo y se acostumbre a la nueva rutina.

En general, ha ido todo tan bien que ni nos lo creemos. Que siga así por mucho tiempo!


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