viernes, 24 de agosto de 2012

Menús para Mario con casi 18 meses

Este verano ha sido un tiempo de experimentos en la cocina, porque ha sido nuestra primera experiencia de desayunos, comidas, meriendas y cenas familiares, es decir, todos lo mismo o casi lo mismo, nada de biberones, ni papillas, ni purés: comida de verdad y familiar. Por si a alguien le sirve, os cuento como nos hemos organizado con los menús.
Para el desayuno, seguimos con las galletas María mojadas en leche y con el pan tostado (blanco, integral, tipo mollete, vamos variando). Para la merienda también variamos poco: dos piezas de fruta (plátano, melocotón, kiwi, higo y paraguaya han sido las más repetidas), algún lácteo (yogur, danonino, quesito) y algo de galleta o bizcocho casero.
Con las comidas nos hemos organizado por días, de manera que haya comido legumbre dos días por semana, pescado otros dos, pollo otros uno o dos y carne uno o dos. Por ejemplo:
  • Lunes y viernes legumbre: Hemos variado entre distintos pucheros de lentejas y garbanzos pasados un poco por la batidora. También hemos probado el humus y la ensalada de judías blancas con bonito y aceitunas negras.
  • Martes: Pechugas de pollo empanadas, o a la plancha o en papillote o rellenas y al horno.
  • Miércoles: Pescado empanado o rebozado. El pez espada ha triunfado, aunque el fletán y la merluza también le han gustado mucho.
  • Jueves: Carne de cerdo o ternera. Como Mario todavía no puede comer filete, hemos probado el pastel de carne, las albóndigas, el filete ruso, las salchichas de carnicería, la hamburguesa. También los canelones o la lasaña de carne.
  • Sábado: Pescado a la plancha o al vapor. Excepto el salmón, que le encanta, el resto le resultaba sosote (lenguado, merluza), así que mezclado con verdura, o arroz o pasta. O en forma de hojaldre, pastel, empanada o tortilla.
  • Domingo: Pollo o carne en otro formato diferente que el resto de los días. Aquí también han triunfado las recetas en forma de hojaldre, pastel, empanada y el arroz con pollo.
Para las cenas, si en las comidas no ha habido huevos, tenemos huevo dos días a la semana. Casi siempre como huevo pasado por agua, huevo al plato, tortilla francesa, tortilla de patata o revuelto de verduras. Y el resto de las noches vamos complementando a las comidas con pasteles de leche evaporada, croquetas, empanadillas, quiches y pizzas caseras, arroces o pastas (aunque siguen sin gustarle mucho las pastas, algo ha comido, en total hemos intentado que comiera arroz dos veces por semana y pasta por lo menos una) y ensaladillas. Y algún sandwich y San Jacobo (que los ha descubierto y le encantan).
El postre de la comida siempre es un yogur o un yogur griego. Y en la cena depende, a veces no toma nada, a veces yogur y a veces fruta o una mezcla de las dos cosas.
La verdad es que nos hemos organizado bien, porque con los menús hechos desde el principio cocinábamos la comida y la cena de todos por la mañana, justo después del desayuno, y ya cerrábamos la cocina el resto del día y nos podíamos dedicar a estar de vacaciones. Aprovechando bien "las sobras", la comida de muchos días servía para hacer la cena del siguiente, etc. Y con la olla exprés, el horno y el estuche de vapor, no se ensucia mucho y todo se hace rápido. Esto ayuda a comer sano y a disfrutar, pero a no dedicarle mucho tiempo a la cocina en vacaciones, que a veces da pereza ¿verdad?

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