Ha sido el cumpleaños de Mario y lo hemos pasado todos genial. Qué bien, el pobre estaba malo el año pasado, pero yo creo que lo hemos compensado con creces. Se ha levantado y hemos hecho lo de siempre, un rato retozando en la cama viendo dibujos animados, nos hemos vestido y hemos desayunado todos juntos.
Después se ha encontrado con el salón decorado con globos, un cartel de feliz cumpleaños y una piñata. Llevábamos una semana diciéndole que iba a ser su cumpleaños, así que yo creo que algo ya se olía. Hemos abierto su regalo, un cubo enorme con piezas de Lego Duplo. Y le ha encantado. Así que hemos estado haciendo castillos, casas, barcos y grúas toda la mañana. Además rompimos la piñata y estuvimos jugando con las cositas que cayeron, algún cochecito, unos animales, un silbato, etc. Y después de estar toda la mañana jugando, como hacía muy mal tiempo (nieve y viento, de momento siempre ha sido así en su día incluido el año que nació), nos fuimos a un centro comercial.
Allí estuvimos en el parque jugando un buen rato, entramos a una tienda para comprarle alguna cosita de ropa que necesitaba y le cogimos un cochecito de estos para empujar que fue "conduciendo" el resto de la mañana. Lo mejor, que comimos juntos pollo frito (¡qué rico!) y que luego volvimos a casa (después de aparcar el coche y de despedirnos convenientemente, que duro dejarlo allí....) para seguir jugando. Vinieron los abus a merendar, soplamos las dos velas y estuvimos cantando y bailando. Claro, nos comimos la tarta de zanahoria y naranja que habíamos hecho el día anterior. Y estuvimos viendo mucho rato el libro que trajeron los abus de regalo, precioso sobre los medios de transporte (se nos ha pasado la racha de animales y ahora son todo coches, camiones y barcos).
Luego ya tranquilitos para terminar bien el día. Qué día más bonito. Y al día siguiente Mario lo ha celebrado en el cole con sus amiguitos, le han cantado cumpleaños feliz, le han puesto su corona y se han comido todos juntos las galletas que Mario ha llevado. Ha venido muy contento, así que, celebración redonda para mi gordito.
Luego ya tranquilitos para terminar bien el día. Qué día más bonito. Y al día siguiente Mario lo ha celebrado en el cole con sus amiguitos, le han cantado cumpleaños feliz, le han puesto su corona y se han comido todos juntos las galletas que Mario ha llevado. Ha venido muy contento, así que, celebración redonda para mi gordito.
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