viernes, 11 de abril de 2014

Manualidades contra el dolor

Cuando Mario está malito, tiene dos extremos: si le sube la fiebre está hecho polvo y sólo quiere estar tranquilo, con mimos, algún cuento, música suave o viendo dibujos (porque claro, por el día no se duerme, en eso como siempre, aunque no hayamos pegado ojo en toda la noche....). Cuando le baja la fiebre, le entran el hambre y la animación, y parece imposible que apenas un rato antes estuviera tan destrozado, porque le ves jugando con toda normalidad y con la actividad de todos los días.
Sin embargo, en algunos casos el problema no es la fiebre o el malestar de un virus o una bacteria, sino el dolor. Y a pesar de los analgésicos o anti-inflamatorios (muelas enormes y llenas de picos que rompen las encías con sangre y otitis, han sido nuestros últimos malos momentos), el pobre se sube por las paredes.

Entretenerle los días que se ha quedado en casa así, ha sido todo un reto, pero mis aliados han sido los proyecto de manualidades completos, que le tienen entretenido todo el día y le ayudan a olvidarse un poco del dolor. Es una de las ventajas de que haya crecido!!

Los dos últimos han sido muy chulos y nos han ayudado a pasarlo bien dos días completos. El primero, implicó buscar en Internet imágenes de robots, diseñar y dibujar uno que nos gustara, buscar materiales por la casa que nos sirvieran para "construirlo", preparar todo, construirlo y jugar con él. Bueno, con ella, os presento a Chispita.



El segundo implicó aprender a hacer collages. Escogimos dos temas: las fiestas y los medios de transporte. Buscamos en revistas, publicidad y demás, fotos y dibujos que tuvieran que ver con estos temas. Recortamos todo (con esto ha aprendido a utilizar sus tijeras, que la verdad es que cortan fatal pero a él le encantan) y luego lo pegamos de una manera "estética" formando dos collages en dos cartulinas grandes. También le encantó y también se olvidó un poco, así que misión cumplida.


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