Hace tiempo que tenemos una rutina similar por las noches para Mario: baño, masaje y cremita, cena, un rato de reposo en el salón los tres juntos y a dormir.
Antes, el reposo lo hacía en brazos de alguno de nosotros dos, primero en vertical para echar algún gas y luego ya en horizontal para ir cogiendo la postura. Todo con la luz tenue, sin TV ni música y cantando bajito o haciéndole mimitos, para que se fuera relajando.
Pero claro, hace ya tiempo que Mario no está cómodo en brazos, así que tuvimos que buscar una solución para este rato de reposo, ya que si le dejábamos a su aire, después de la energía recién cogida con la cena, se ponía a jugar y a corretear otra vez. Al final la solución ha sido el cojín gris, que no sé que tiene, pero que si lo ponemos en el sofá a nuestro lado, se tumba tranquilito y lo usa de almohada. Y así se queda un rato reposando hasta que vemos que está relajado y que le podemos acostar. Pero tiene que ser el cojín gris, no vale otro. Lo voy a tener que cuidar como oro en paño una temporada....
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