Además del veo veo, hay otro juego relacionado con las letras que ahora a Mario la encanta. Un día íbamos paseando y me preguntó por las matrículas de los coches (estamos con el ¿mami qué es eso? y con el ¿mami por qué?). Le conté que eran como el nombre y los apellidos, y que cada coche tenía unos diferentes.
La idea le hizo mucha gracia, y ahora cuando vamos por la calle suele ir intentando decir los números y las letras de las matrículas de los coches. Las letras le cuestan un poco más, pero ya está casi controlado. No es para ir con prisas, pero se lo pasa bien y aprende. Ahora el coche de papá ya no es el coche azul, se llama ashe-te-te...
No hay comentarios:
Publicar un comentario