Dicho y hecho, hay que conseguir que Mario se apoye sobre el lado derecho de su cabecita la mayor parte del tiempo para compensar todos los días que ha estado sólo sobre el lado izquierdo.
En la cuna lo hacemos con el rulito otra vez, y nos ayudamos con peluches, siendo un poco pesados y poniendo la cuna de manera que los juguetes que le colgamos y nosotros mismos quedemos a su derecha (moviendo unos muebles, todo arreglado).
Además, hemos cambiado los masajes de antes del baño por una sesión de "gimnasia". Nos ponemos encima de nuestra cama y jugamos un rato con él. La primera parte no le gusta nada, porque gira mucho peor la cabeza hacia la derecha que hacia la izquiera, y para que tenga más movilidad tenemos que hacerle estiramientos de cuello. No le duele, pero le fastidia un montón que le manipulemos la cabeza, así que siempre acaba llorando. Pero se le olvida enseguida, porque el resto de cosas que hacemos para que mire hacia la derecha y que vaya acostumbrándose a girar la cabeza para los dos lados, son juegos. Tanto boca arriba como boca abajo, le damos palmas, le enseñamos juguetes, etc.
De paso le estamos haciendo volteos, porque le falta muy poquito para darse la vuelta a él sólo pero se queda atascado casi al final, así que damos unas vueltas para cada lado para que acabe de aprender.
Parece que el cambio le viene bien: arreglamos lo de la cabecita, aprende cosas nuevas y gana en movilidad, se cansa un poco y jugamos. Excepto por los estiramientos, lo demás, parece que le gusta.
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