Desde las primeras revisiones pediátricas de Mario, hemos preguntado acerca de su "churra" (es como finalmente está bautizada en casa), ya que hay muchos casos de fimosis en la familia y notábamos muchas adherencias. La respuesta de todos los pediatras ha sido siempre que no nos preocupáramos, que era muy pronto y que hasta los 3 ó 4 años esas adherencias son normales y suelen desaparecer solas.
De vez en cuando después del baño, hemos ido intentando, con cuidado, ir quitando esas adherencias, pero la verdad es que eso se mueve poco. Y en la revisión de los 4 años, cuando fuimos a ponerle la vacuna, le volvimos a preguntar a la pediatra. En esta ocasión, nos mandó al urólogo para que le valorara.
Y al ir al urólogo pensando que nos iba a mandar una crema, etc. nos dice que eso no tiene remedio y que le tenemos que operar de fimosis. Eso sí que es pasar de 0 a 100 en pocos segundos....
Total, que estuvimos hablando con él, nos dijo que el caso de Mario no tiene solución si no es quirúrgica (tampoco hay muchas alternativas a la operación más que la crema de corticoides y los "tirones") y que nos recomienda que le hagamos la operación antes de los 7 años. Después de mucho leer y de pensarlo bien, hemos decidido esperar hasta los 6 ó 7 si su fimosis no nos da problemas antes (que normalmente tienen que ver con infecciones o con molestias al orinar). Ahora tiene 4 recién cumplidos y nos va a ser mucho más complicado explicarle todo bien para que no se asuste (hospital, anestesia, recuperación). ¡ Ni siquiera le hemos hecho todavía un análisis de sangre nunca!, no nos ha hecho falta. Cuando llegue a esa edad, volveremos al urólogo y si las cosas no han cambiado, que me temo que no, aprovecharemos una semana tranquila, después de las vacaciones de verano, antes de las vacaciones de Navidad o algo así, y se tendrá que operar. No es nada grave, pero que penita nos da sólo pensarlo.
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