Siguiendo con el tema de la comida, como Mario ya nos pide probar todo lo que bebemos y comemos, y si es posible, siempre le dejamos que lo haga, hemos comenzado la temporada de helados.
Lástima no haber tenido a mano la cámara de fotos con el primer lametón de un helado de nata. Casi se muere, entre lo dulce y lo fresquito. Desde entonces ha probado también el chocolate y la vainilla. Difícil decir qué le gusta más. Pero lo que sí es verdad es que ha perfeccionado la técnica y que ahora con cada lametón se lleva medio helado. Con lo que me gustan, voy a empezar a comerlos a escondidas, jaja. Y es que en cuanto ha "procesado" un lametón (no es sólo saborearlo y tragarlo, también hace ruiditos y aspavientos), ya te está tirando de la mano para poder dar el siguiente. La verdad es que el pobre es la única "golosina" que ha probado casi desde que nació, no nos has gustado darle caprichos de comida y casi todo lo que come es casero y muy sano. Pero, ¿cómo le vas a decir que no puede comer una cosa que a ti te gusta tanto? No hay que pasarse, en veranito las cosas se pueden relajar un poco....
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