Los días que Mario estuvo malo nos dimos cuenta de que hacía mucho tiempo que no vomitaba. Mientras estuvo tomando sólo leche, y en biberón, tenía reflujos, gases con vómito, vomitaba en cuanto se movía un poco. Era lo normal. Y eso que comía más bien poco y cada 4 horas.
Sin embargo al comenzar con los sólidos, y al dejar el biberón definitivamente, su estómago está mucho más asentado y basta con que repose un poquito después de las comidas para que no tengamos ningún problema con las digestiones. Y además come mucho más a gusto y con más ganas, disfrutando, no como con los biberones. Se nos había olvidado rápido lo mal que lo pasamos al principio con su estómago. Está claro que a este gordito le van el vaso y la cuchara, y la variedad....
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