Mario tuvo una tarde dos cacas seguidas muy sueltas y un poco raras, pero la verdad es que no le dimos importancia, a veces le pasa, sobre todo si está con los dientes. Le acostamos y durmió toda la noche de un tirón. Cuando se despertó a la mañana siguiente y encendí la luz, horror!!! Estaba el pobre de caca hasta las cejas, todo él, toda su ropa, toda la cuna. Así que manos a la obra, él al baño, todo para frotar y lavar (tarea dura, porque ese tipo de regalitos tiñen un montón), toda la casa ventilando, etc.
Las primeras 24 horas fueron un no parar de cacas, aunque él no parecía encontrarse demasiado mal, sólo unas decimillas de fiebre y un poco más de cansancio de lo normal. Pero comió bien y de hecho la segunda noche durmió bastante aceptable.
Los días siguientes bajo el ritmo de cacas, pero empezó con problemas de estómago, gases y vómitos. Perdió el apetito y comenzó a pasar unas noches horribles, de hecho no pegamos ojo tres noches seguidas que el pobre pasó en blanco porque le dolía todo y no era capaz de conciliar el sueño. Y encima empezó con tos.
Pero bueno, esa es la segunda parte, aquí van los trucos para la fase intestinal de la gripe:
- Cuando tienen diarrea pero no han perdido el apetito, su dieta debe ser más o menos la de siempre pero quitando los alimentos con fibras (las verduras de los purés y la fruta como la naranja o la pera). Mario comió esos días crema de arroz (sustituyendo a la papilla de 8 cereales que toma normalmente para desayunar y cenar), purés con pollo o pavo y patata, zanahoria y arroz (al mediodía), yogur de postre como siempre, y cosas con manzana para merendar.
- Si normalmente no se usan pañales de los más caros, estos días es crítico, porque son los que mejor absorben y con cacas tan líquidas es importante.
- Mejor usar ropa vieja o que se le esté quedando pequeña, porque las cacas traspasan y se salen, y como tiñen, a veces las manchas no salen de ninguna manera.
- Si hay que frotar manchas, a mi me va bien el detergente de lavar los platos (Fairy o Mistol), y claro, con la ropa blanca, lejía.
- Para la cuna mejor poner esos días algún protector especial.
- Por las noches hay que llegar a un compromiso entre dejarles dormir y no dejarles con las cacas, que son muy ácidas, puestas mucho rato, porque se les destroza el culete. Eso es decisión vuestra. Mario no tiene muchos problemas de piel en esa zona, pero la primera noche, que estuvo toda pringado, se dejó el culete en carne viva. Si llegamos a saberlo, le hubiéramos despertado al menos una vez para cambiarle.
- Por mucho que les cambies, se les escuece el culete. Les alivia mucho sentir agua fresca cayendo, porque si les frotas al limpiarles, les haces polvo. Así que yo quitaba lo gordo con las toallitas de caléndula, luego dejaba caer agüita por la zona apretando una esponja, luego secaba a golpecitos con una toalla muy suave y luego ponía una buena capa de Calenduflor.
- Cuando vomitan, no hay que darles de comer normal, porque se les irrita más el estómago y lo pasan fatal. Nosotros empezamos por ofrecerle agua, a ratitos. Cuando vimos que la asimilaba bien, le ofrecimos unas cuchadaritas de yogur. Esperamos, y como no las vomitó, le ofrecimos un poco más. Y así poco a poco, empezando por líquidos (muy importante, los bebés se deshidratan rápido si no tenemos cuidado con los líquidos en estas situaciones) y siguiendo por cosas fáciles de digerir y que les sean apetecibles.
- Lavaros las manos todo lo que podáis, es misión imposible, pero por lo menos hay que intentar no contagiarse....
Para las noches no ha habido truco, se encontraba tan mal el pobre que no hacía más que llorar y llorar y no había manera de calmarle (no me extraña, luego me lo ha pegado y yo he estado alguna noche a punto de llorar también, que bicho más malo), ni en brazos, ni paseando, ni en nuestra cama, ni masajitos, ni canciones. Sólo lloraba. Así que el único remedio es mucho cariño y mucha paciencia, y pensar que unos días se encontrará mejor y se volverá a dormir en casa. Aunque en ese momento parezca mentira....
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