A pesar de que el quinto diente ya salió, Mario siguió llorando toda la semana. Y durmiendo fatal y comiendo fatal, incluso vomitando alguna vez. Le vimos su sexto diente (otra vez arriba) asomar y pensábamos que era eso. Pero seguía fatal, demasiado para un diente.
Así que el viernes por la tarde fuimos a la pediatra por si las moscas (típico, está raro, no le llevas, y en el fin de semana se pone fatal y tienes que llevarle a Urgencias, que ya nos ha pasado). La pediatra no le vio nada, así que nos volvimos igual, bueno, por lo menos aprovechamos y le hizo la revisión de los 12 meses. Después de un fin de semana espantoso, pobrecito, el lunes empieza con una fiebre muy alta. Volvemos a la pediatra y nos dice que ahora sí, que le ve un oído bastante mal y que debe ser otitis. Antibiótico otra vez durante siete días.
Hoy cumple un añito y está malo en casa, echo polvo y con su sexto diente ya asomando por la encía. Hemos decidido que hoy no es su cumpleaños, que este año se retrasa para que lo celebremos todos como es debido...