martes, 28 de febrero de 2012

Malito otra vez

A pesar de que el quinto diente ya salió, Mario siguió llorando toda la semana. Y durmiendo fatal y comiendo fatal, incluso vomitando alguna vez. Le vimos su sexto diente (otra vez arriba) asomar y pensábamos que era eso. Pero seguía fatal, demasiado para un diente. 
Así que el viernes por la tarde fuimos a la pediatra por si las moscas (típico, está raro, no le llevas, y en el fin de semana se pone fatal y tienes que llevarle a Urgencias, que ya nos ha pasado). La pediatra no le vio nada, así que nos volvimos igual, bueno, por lo menos aprovechamos y le hizo la revisión de los 12 meses. Después de un fin de semana espantoso, pobrecito, el lunes empieza con una fiebre muy alta. Volvemos a la pediatra y nos dice que ahora sí, que le ve un oído bastante mal y que debe ser otitis. Antibiótico otra vez durante siete días. 
Hoy cumple un añito y está malo en casa, echo polvo y con su sexto diente ya asomando por la encía. Hemos decidido que hoy no es su cumpleaños, que este año se retrasa para que lo celebremos todos como es debido...

martes, 21 de febrero de 2012

Quinto diente

Ayer por la tarde Mario lloraba y lloraba y no conseguíamos saber lo que le pasaba ni había manera de consolarle. Hasta que justo antes de cenar le vemos en la encía de arriba un poco de sangre y resulta que en una única tarde le había salido (porque juro que antes no estaba por ahí, ni asomaba siquiera) su quinto diente, el tercero de arriba. Olé mi niño, otro más.

lunes, 20 de febrero de 2012

Etapa rara con el baño

Llevamos unos días que vamos para atrás como los cangrejos. Me explico. A Mario le encantaba el momento del baño, chapoteaba, se revolcaba y casi nadaba en la bañera si le dejábamos. Y poco a poco se ha ido desanimando, cada vez está más tenso hasta que ha empezado a protestar cuando le metemos en la bañera e incluso a llorar al principio.
No hemos cambiado nada: ni la temperatura del agua, ni la luz, ni nada en el baño. Tampoco se ha llevado ningún susto ni ha pasado nada concreto. Con un poco de paciencia y haciendo como si no pasara nada, jugando y cantando, hemos conseguido que por lo menos no pase un mal rato estos días. Pero no hay manera de que se ponga boca arriba en el agua, se pone a llorar de pánico, por eso si que no pasa. Supongo que son etapas, está muy mayor últimamente y ha debido darse cuenta de que no es su medio..... Poco a poco.

domingo, 19 de febrero de 2012

Carnaval

Este martes celebran una fiesta de carnaval en el cole y Mario tiene que ir disfrazado. En Navidades iba a ir de pastorcillo antes de las vacaciones, pero al final se puso malito, así que es la primera vez que se va a disfrazar.
La verdad es que a mi de pequeña nunca me gustó mucho disfrazarme, siempre me acababa molestando todo, no jugaba cómoda, y en fin, me parecía un rollo. Pero por otro lado, con él, las cosas siempre hacen mucha ilusión, así que se trataba de buscar algo cómodo para Mario, que no supusiera mucho trabajo para nosotros....
Los abus han encontrado en Alcampo una colección de disfraces de animales, y nos han traído el de elefante por un precio muy asequible. Es un pijama gris con la barriguita rosa que le podemos poner encima de un pantalón finito y un body, incluso puede ir calzado debajo. Y lo único que le puede incomodar es el gorrito que lleva las orejas y la trompa. En casa se lo hemos probado y le ha hecho mucha gracia verse en un espejo con él, así que yo creo que un ratito aguantará. Y cuando se canse, que se lo quiten y ya está. Esta precioso de elefante, y además tenemos varios cuentos y algún juguete con elefantes, así que yo creo que hasta ha reconocido la trompa.

Actualización: Hemos podido ir hoy los dos a dejarle al cole y nos han dejado asomarnos para ver a Mario y a sus amigos en la "fiesta". Era muy tierno ver cómo se miraban los unos a los otros con sus disfraces, han coincidido casi todos de animales y estaban preciosos, tocaban la trompa del elefante, la tripota de la rana, el rabito del ratón. Mario se asustó mucho al ver a su profe de payaso, pero luego ha estado encantado. Y al recogerle nos han dicho que se lo ha pasado genial (tampoco hacía falta que nos lo dijeran, sólo había que verle la cara).

sábado, 18 de febrero de 2012

Costumbres

Desde que Mario empezó el cole después de las vacaciones de Navidad parece que hemos cogido una rutina estupenda, siempre y cuando le respeten los dientes, virus y demás bichos, claro.
Para empezar, lo más importante es que vamos muy contentos al cole por las mañanas. Él, y nosotros, claro. Hasta ahora sólo se quedaba protestando algunos días, y sólo eran protestas leves, no lloros. Pero no se quedaba contento y en cuanto nos veía aparecer, nos echaba los brazos como loco. Desde que pasó a las tortugas, en cuanto ve que vamos al cole se pone contento, entra saludando y sale tan tranquilo. Nos hemos asomado algún día y se pasa toda la mañana jugando, en sus asambleas, cantando y bailando. Eso ya es una felicidad.
Además parece que vamos regulando los horarios. Mario se levanta a las 8, desayuna, le vestimos y aseamos y nos vamos al cole. Allí no duerme nada, se pasa toda la mañana jugando, come y le recogemos lo antes que podemos. En cuanto llegamos a casa, le ponemos su ropita de estar por casa, le lavamos la cara y las manos y le ponemos el chupe. En tres minutos de brazos, se queda dormido. Después de una hora y media de siesta más o menos, se levanta de muy buen humor y se toma su merienda. Algunos días se nos está cruzando y nos cuesta un poco que meriende, ya veremos cómo lo vamos arreglando.
Toda la tarde jugando y haciendo cositas, cuentos, aerosoles y un ratito de TV, bañito, crema, cena, un poco de reposo en el salón, y entre las 20.30 y las 21.00 a dormir. Y hasta el día siguiente, últimamente va como un relojito.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Presente

Hoy nos hemos muerto de la risa porque llevábamos viendo a Mario unos días estirando mucho un brazo hacia arriba, como levantando la mano en clase, a veces mientras jugaba con nosotros.
Y hemos entendido la razón. Le han enseñado en el cole a que cuando le nombran en la "asamblea" de todos los días, levante la mano para decir que está presente. Y ahora cuando decimos su nombre, pues se sienta y nos levanta la mano. Como dice mi madre, para comérselo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Masticar

Mario está vaguete para "masticar". Obviamente, con sus cuatro dientes no se trata de que coma un filete. Pero si de bebé nunca le molestaron los grumos, por ejemplo, ahora los localiza con la punta de la lengua y los saca de la boca. Y excepto el pan y las galletas, que los reblandece y rechupetea, últimamente no acepta nada mantecoso ni blandito, ni siquiera probarlo.
Así que hemos empezado a tentarle con cosas que sabemos que le gustan, pasando menos los purés, ofreciéndole miguitas de bizcocho casero, quesito en trozos muy pequeños, etc. Y parece que se está animando. Sobre todo si dejamos que se pringue, que coja la comida, que la manipule, que nos de trocitos a nosotros. Ha sido la mejor manera de que probara y lo disfrutara.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Bizcocho

Hoy hemos preparado un bizcocho que Mario pueda probar. Últimamente se enfada siempre que comemos y no le damos nada a él, así que hemos decidido preparar, siempre que tengamos tiempo, dulces caseros de los que podamos ofrecerle, porque la envidia suele llegar a su momento álgido con nuestra merienda. Solemos hacerla cuando ya hemos terminado los dos de trabajar y hace un buen rato que el gordito ha merendado, por lo que no se acuerda (o se hace el tonto y nos llora como si le estuviéramos matando de hambre) y nos la lía parda. Antes bastaba con darle su vasito de agua para que bebiera un poco, o con ofrecerle una galleta, pero ahora hay días que se empeña en comer lo mismo que nosotros.
Os dejo la receta: un yogur natural, un vasito de yogur de aceite de oliva (se usa como medida), dos vasitos de harina, dos vasitos de azúcar, una cuchara de postre de levadura, ralladura de una naranja, zumo de una naranja, dos zanahorias ralladas. Y entre 30 y 50 minutos de horno (dependiendo de la temperatura, en esta casa no le tengo pillado todavía el truco al horno para los bizcochos porque es mucho más suave que el antiguo).
Ha sido todo un éxito, se come sólo unas migajas porque con sus cuatro dientes sólo puede chupetearlo,  pero luego se chupa los dedos un buen rato más..... Así que como su cumpleaños es pronto, haremos algo parecido para que pueda soplar la velita.

viernes, 3 de febrero de 2012

Evolución

Cuando Mario era un recién nacido, le dejaba en la cuna en el salón y me duchaba en 30 segundos mientras se dormía alguna de sus siestas de por la mañana. O si estaba un poco revuelto, esperaba a no estar sola para ducharme.
En cuanto empezó a aguantar en su hamaquita, la ponía en la puerta del baño mientras me daba una larga ducha de 1 minuto, porque lloraba asustado con el ruido del agua y porque no me veía bien detrás de la mampara.
Luego tuvimos una época maravillosa en la que me podía dar duchas razonables porque se lo pasaba muy bien en la hamaquita mientras tanto. Y cuando dejó de querer la hamaquita, le ponía durante ese rato en la trona. Eso sí, tenía que darle objetos "exóticos" del baño para que se entretuviera, no valían sus juguetes, tenía que ser un rollo de papel higiénico, un bote de crema, un peine.
Cuando dejó de aguantar la trona, se quedaba sentadito en el suelo del baño con todos sus tesoros alrededor. Pero empezó a ponerse de pie y a explorar el baño en lo que duraba mi ducha. Y ahora hemos vuelto a las duchas de 1 minuto, porque en ese intervalo le da tiempo a sacar todo de los cajones y armarios (convenientemente vacíos de cosas peligrosas, porque ya llega a todas partes), a venir andando hasta la bañera apoyándose en los muebles y sanitarios, y a tirarlo todo dentro, eso sí, con unas carcajadas que te derrites, para que se limpie con mamita. Eso si no intenta meterse él mismo en la bañera conmigo.... Si esto no es evolucionar, que baje Dios y lo vea.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Si se aburre comiendo....

Últimamente Mario se pone pesado en algunas comidas, y nos hemos dado cuenta de que no es que no tenga hambre, es que para variar, parar de jugar y de hacer cosas le aburre y le parece perder el tiempo. Además, como no le dejamos meter mano, pues se enfada.
Así que hemos empezado a poner en práctica todo tipo de tácticas de entretenimiento (las canciones ya no valen, se aburre enseguida) para que la comida se le haga más amena. 
Le hemos enganchado su mesita en la trona y lo que mejor funciona es ponerle vaso, plato y cubiertos, aunque sea sin comida, para que él vaya imitando los movimientos, nos dé comida imaginaria a nosotros, etc. Luego en cada comida se le ocurre algo diferente: meter la manita en el vaso de agua (el de verdad) y entretenerse mojándose, jugar con la servilleta de papel y romperla en mil trozos, etc.
En algunas comidas, cuando tenemos todo el tiempo del mundo, le dejamos pringarse, intentar comer él y que experimente. Claro, es lo que más le gusta, pero no siempre podemos hacerlo. Pero bueno, todo lo demás también va funcionando y parece que sigue comiendo de buen humor casi siempre.
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