A todas partes con un dedito

Mario lleva bastante tiempo andando, pero no se decide a hacerlo solo. Siempre tiene que ir agarrado de un dedo nuestro, aunque sea algo completamente simbólico que no le hace falta para mantener el equilibrio, es sólo un tema de seguridad. 

Hemos probado a "engañarle" y que se agarre a otras cosas que vamos soltando poco a poco (cinturones, la cadena de anillas, lápices). Nada. Hemos probado todo tipo de juegos para que se despiste y se arranque. Nada. Hemos intentado que coja confianza pegado a una pared o contra una esquina. Nada. Hemos probado mil cosas a modo de andador o tacatá. Nada.

Y encima en cuanto se da cuenta de lo que estamos intentando, se sienta y ya no se vuelve a poner en pie en un buen rato. Y se da cuenta muy rápido....

Nosotros no tenemos ninguna prisa, no le pasa nada, ya se soltará cuando quiera. Pero claro, quiere ver mundo y estar todo el día andando, así que estés haciendo lo que estés haciendo tienes a un gordito de 11 kilos y unos 80 cm de altura, tirando de un dedo tuyo hasta casi desenjacártelo para ir a donde quiera ir en ese momento. Me duelen los nudillos de todos los dedos de las dos manos....

Y ahora laringitis

Recién recuperado del virus maligno de la semana pasada, y sin recuperar todavía la voz del todo, Mario amaneció ayer con toses de perro y respiración de Darth Vader. Otra vez en fin de semana, otra vez a Urgencias. Aerosoles allí y estilsona durante dos días, como cuando le pasó en Octubre. ¿Esto no se acaba nunca? Pobrecito mío, qué barbaridad, lleva más de un mes seguido sin estar sano del todo en ningún momento.

Nuevo desayuno

En los últimos tiempos Mario se estaba aburriendo de la papilla de cereales, ha sido muchos meses el desayuno y la cena. Así que ahora que vamos cambiando su menú, hemos probado a cambiarle el desayuno. Todo un éxito, de hecho, demasiado, porque durante unos días ha llorado al terminarlo.... por él sería infiniiiiiiito.

Ahora el desayuno son galletas María mojadas en leche. Le ponemos 4 ó 5 galletas en un bol con un poco de leche y el resto de la leche en un vasito. Hemos probado la de Puleva, Peques3, que es mucho más cómoda porque ya nos olvidamos de los polvitos. Y parece que le gusta mucho, no se ha quejado por dejar el Enfalac. Nosotros hemos comparado sabores y se nota el cambio, pero mirando las composiciones en las etiquetas, casi no hay diferencia. Como Mario es más bien de cosas frías, pues ya ni se la templamos si quiera, le encanta la leche directamente de la nevera (que en nuestro caso no es demasiado fría).

Las galletas se las vamos dando nosotros con la cuchara, y las va comiendo él también con las manos. Y cuando terminamos de rebañar, se bebe su vasito de leche. Eso sí, justo después desayunamos nosotros y no perdona su re-desayuno, que es un trocito de nuestra tostada de pan antes de untarla con nada (que será lo siguiente que pedirá, porque mira muy insistentemente los botes con cosas de colores que hay encima de la mesa y que no compartimos con él).

Algún día hemos probado a mojarle en la leche bizcocho o magdalenas caseras (tengo que dejaros la receta, salen muy buenas y las pueden comer sin problemas), pero de momento, no hay nada como las galletas.

Virus maligno

Al final de la semana pasada Mario estaba muy cansado, normalmente sólo para cuando hay que dormir, y porque le obligamos. Sin embargo, estaba apagado y aprovechaba cualquier oportunidad para tumbarse en cualquier esquina. En casa y en el cole. Al cabo de dos días empezó con febrícula, no pasaba de 38, pero estuvo tres días. Lo achacamos a la vacuna, porque estábamos dentro del plazo que nos habían avisado.

Pero entonces la fiebre le subió a 39 y después de otros dos días, ya vimos que aunque no le veíamos nada por ningún sitio, la vacuna tampoco podía ser. El sábado le subió muy rápido y nos costó mucho bajarla, así que terminamos en Urgencias.

Como no le vieron nada, le hicieron un análisis de orina ya que con la fiebre tan alta y sin otros síntomas, sospechaban que podía ser una infección de orina. Le desnudaron por abajo y le pusieron una bolsita para recoger el pis. Estuvimos media hora bebiendo agua todo el tiempo y como no hacía pis, primero le hicimos reír y luego llorar (simplemente con no darle lo que estaba pidiendo en ese momento, el pobre estando malito, llora mucho más fácil). Con ese esfuerzo, ya se arrancó, siempre le pasa. Si no fuera por la situación, la verdad es que el pobre estaba cómico, con los coloretes de la fiebre, enfadado porque no parábamos de darle agua (qué pesados, ¿qué le pasa a esta gente con el agua ahora de repente?) y flipando con la bolsita llena de pis, mirándolo todo con esos ojos como platos que pone cuando hay cosas nuevas y no se quiere perder nada. Nos dio tiempo a jugar con palitos de madera, guantes y cosas varias que nos dejaron coger para entretenerle, la verdad es que siempre que hemos tenido que ir al hospital se han portado muy bien con todos. De hecho sólo dejan pasar a un padre y suelo pasar yo, pero como esto era un rato largo, padreprimerizo se coló con nosotros y no nos dijeron nada.

En media hora nos dieron los primeros resultados que eran negativos. Como el resto eran con cultivo, nos mandaron para casa, y nos dijeron que en 48 horas tendríamos los resultados definitivos. En esas 48 horas, comenzó con toses y una afonía muy fuerte, pero le bajó un poco la fiebre.

Y al final los resultados han sido negativos y parece que se ha quedado todo en un virus mu malo de garganta. Por lo menos esta vez no se le ha quitado mucho el hambre y quitando la fiebre, tampoco hemos tenido noches demasiado malas. Pero esto es un no parar....

Baberos de cuerpo entero

Mario cada vez interviene más en sus comidas, con las manos y con cubiertos. Aunque no siempre le llega todo (o nada...) a la boca, ya no hay manera de que nos deje a nosotros solos, tiene que participar.  Y está aprendiendo muy rápido, da gusto ver las caras de satisfacción que pone cuando "acierta".

Así que le hemos comprado unos baberos que parecen impermeables (en Ikea y en Mothercare, que nos quedaban unos vales), pero que vienen estupendamente. Por lo menos sólo hay que fregar el babero, las manos y la cara de Mario. Y el suelo de la cocina....

Fiesta de primer cumpleaños

Por fin hemos podido celebrar el primer cumpleaños de Mario en condiciones, todos sanos. Ha sido algo familiar y sencillo, pero con lo más importante: que él fuera el protagonista y que disfrutara.

Hemos adornado el salón con unas guirnaldas y globos, le hemos subido algún regalo de los que todavía teníamos guardados de Reyes (en concreto un "bólido", que ahora ya llega con los pies al suelo y a ver si así se anima a darle un poco a las piernas), le hemos dado algunos cuentos nuevos que le hemos comprado para la ocasión, hemos dado un buen paseo, han venido los abus a tomar el aperitivo y a comer, ha habido menú especial para todos, hemos hecho fotos (con lo que le gusta posar....).

Y lo más importante, hemos soplado una vela en un superbizcocho de naranja y zanahoria hecho en casa para la ocasión que le ha encantado. Todo el día juntos, jugando y pasándolo estupendamente. Ha terminado agotado, pero es que ha sido una celebración con mayúsculas, como merecía la ocasión. FELICIDADES GORDITO.

Actualización: Como estuvo malo justo por su cumpleaños, se nos pasó decirlo después en el cole. Así que, aunque con unos días de retraso (imperdonable por nuestra parte, ejem, primerizos), también ha tenido su celebración con Clara y sus amigos. Todo el día de rey, con corona y todo, ha venido supercontento.

Sequedad

La verdad es que nos ha tocado un año muy malo para ser el primero que Mario va al cole y entra en contacto con todo tipo de bichos, ya que no ha llovido ni una gota y todos lo estamos notando (catarros, laringitis, faringitis, sinusitis, parece que están a la orden del día en todas las casas). No podemos hacer mucho, pero bueno, nuestros trucos para combatir la sequedad, y los mocos y toses que le crean a veces a Mario son:

• Cacharritos con agua en todas las calefacciones de casa. Parece mentira lo rápido que se evapora!
• Aerosoles durante 10 minutos con suero fisiológico todas las noches antes del baño.
• Lavados de nariz con suero una o dos veces al día según como ande de moquitos, por la mañana recién levantado, y si hace falta, antes del baño.

Y claro, beber mucha agua, que como le encanta, además nos lo pone fácil. La homeopatía también nos está ayudando, otro día os cuento.

Tallas de chupete

Mario sigue usando el chupete, esencialmente, para dormir la siesta y por la noche. Alguna vez lo usamos también como consuelo, cuando está malito o se encuentra muy mal con los dientes.

Seguimos usando los de Avent de silicona, tenemos varios (cada uno en un bolso, en la cuna, en la mochila del cole, etc) y los vamos alternando para que estén todos más o menos igual de usados. Pero hoy hemos comprado un par para sustituir a los que estaban más usados y nos hemos dado cuenta de que hay tallas..... Así que hemos pasado de la más pequeña, de 0 a 3 meses, a la siguiente que es de 3 a 6 meses. Lo hablamos con la pediatra al principio y nos dijo que no era necesario que el chupete fuera cada vez más grande. Pero bueno, no hay mucha diferencia y la verdad es que con lo grande que está el gordito, le queda un poco más proporcionado.

Triple vírica

Ahora que ya hemos terminado el antibiótico y que Mario se encuentra bien del todo, hemos ido a ponerle la vacuna. La verdad es que esta vez ha sido sólo un pinchazo, y casi ni se ha enterado. Nos han dicho que la reacción no es tan inmediata como en el caso de las vacunas anteriores, así que nos hemos quedado un poco "estresados" ya que puede tener algún pico de fiebre en los próximos 10 días. A ver si por lo menos le pilla en casa con nosotros, de todas formas avisaremos en la guardería para que estén pendientes...

Hemos hablado con la enfermera y como Mario ya pasó la varicela, nos ha dicho que en la próxima fecha de vacunación, creo que a los 15 meses, recordemos no ponerle esa vacuna, por lo menos un pinchazo menos.

Revisión de 1 año en la pediatra

Parece que Mario ya se encuentra mejor, unas tomas de antibiótico y ya le ha bajado la fiebre, ha dejado de llorar y ha empezado a comer mejor.

Según vaya mejorando, iremos haciendo los cambios que la pediatra nos ha indicado ahora que ya ha cumplido el añito. Los más importantes son:

• Pasar a la leche de tipo 3.
• Introducir el huevo entero en la dieta (hasta ahora sólo había probado la yema, pero no la clara), dos a la semana.
• Probar el resto de legumbres (garbanzos, judías y guisantes), hortalizas, frutas y verduras.
• Introducir el yogur normal y el queso.
• Empezar a cenar algo más que la papilla de cereales, aunque mantener siempre en la cena algo de leche con cereales. 

En resumen, poco a poco, porque sólo tiene 6 dientes (cuatro arriba y dos abajo), pero ir normalizando su alimentación excluyendo la leche de vaca, la miel, los frutos secos y obviamente, los alimentos salados, picantes y fuertes en general.

Además nos toda ponerle la vacuna triple vírica, que en Madrid la han adelantado a los 12 meses por el sarampión. Así que en cuanto se encuentre bien del todo nos toca el picotazo, vaya alegría....

Pero bueno, lo mejor para Mario, al que le sigue sin gustar nada ir a la pediatra, a partir de ahora las revisiones serán cada 3 meses en lugar de cada 1. Hurra!