Mario cada vez interviene más en sus comidas, con las manos y con cubiertos. Aunque no siempre le llega todo (o nada...) a la boca, ya no hay manera de que nos deje a nosotros solos, tiene que participar. Y está aprendiendo muy rápido, da gusto ver las caras de satisfacción que pone cuando "acierta".
Así que le hemos comprado unos baberos que parecen impermeables (en Ikea y en Mothercare, que nos quedaban unos vales), pero que vienen estupendamente. Por lo menos sólo hay que fregar el babero, las manos y la cara de Mario. Y el suelo de la cocina....
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