Bueno, esta entrada es un poco escatológica, pero es una parte muy importante en el día a día de un gordito... así que vamos a ello.
Como os decía en alguna entrada anterior, si el niño está comiendo adecuadamente (y por lo tanto, se está hidratando adecuadamente), debe empapar unos 4 ó 5 pañales al día. Mario suele hacer pis en todas las tomas, así que con esto vamos bien (menos un día que no comió casi nada, y claro, no hizo nada de pis).
En cuanto a la caca, depende mucho del niño. Mario suele estar en una o dos al día. Unos días la hace sin enterarse, otros días nos cuesta un disgusto. Cuando era un recién nacido, solía encoger las piernas contra el pecho para apretar, pero últimamente, en lugar de encogerlas las estira del todo. Eso sí, entre los ruiditos de esfuerzo que hace y lo colorado que se pone, es fácil saber lo que está haciendo. La pena es que muchas veces le dan ganas justo cuando está comiendo, y esa toma está amargado, porque tiene hambre y quiere comer, pero no puede apretar a la vez. Y encima con los esfuerzos, muchas veces tiene reflujos y lo poco que puede comer lo echa. Pero bueno, suele ser en una toma al día, así que es cuestión de esperar a la siguiente para que compense.
Parece mentira que con lo pequeñitos que son, hagan esas cosas tan tremendas y tan malolientes... Y encima, comiendo solo leche, hay variedad de color y de texturas. Normalmente, cuanto "más antigua" sea, más oscura y más les cuesta, porque está más durita.
Si Mario lo está pasando mal, tenemos varios trucos que funcionan:
- Un masajito en la tripa (siempre en el sentido de las agujas del reloj, del tipo I Love You (ILU): colón descendente- transverso y ascendente).
- Ponerle en posición agrupada, con las rodillas hacia la tripita y siempre a favor de la gravedad y sin que esté sentado sobre "el asunto".
- Quitarle el pañal un rato y estimularle un poco el esfinter (protegeros en este caso, podéis salir perdiditos de pis, caca o ambos dos).
Una vez que hayan terminado, con más o menos esfuerzo, es muy importante limpiarles bien para que no tengan problemas de piel. Nosotros quitamos lo gordo con un par de toallitas húmedas (usamos las de Calenduflor, son una maravilla, como todo lo de caléndula, le dejan la piel perfecta). Luego le damos con una esponjita suave y agua (usamos una palangana pequeñita), le secamos bien con una toallita pequeña y le ponemos el pañal limpio. No usamos ningún tipo de cambiador, ponemos una toalla grande doblada encima del sofá o de la cama y ya está. Eso sí, doblada para que si hay accidentes, no traspase nada.
Y sólo le ponemos cremita si vemos que tiene alguna escocedura, pero la verdad es que hasta ahora no nos ha hecho falta casi nunca, como siempre llora cuando termina y le cambiamos enseguida, tiene la piel bastante bien.
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