domingo, 30 de octubre de 2011

Silla de paseo ligera

Como ya os comenté en alguna entrada anterior, lo peor del Streety de Bebeconfort es la silla de paseo, que casi no tiene asiento y obliga a que el niño vaya "colgado" de los arneses. Y encima como nos falta una pieza suelta y no la hemos podido comprar, no podemos poner la burbuja cuando llueve.
Hemos aguantado hasta ahora con ella, principalmente porque a todos nos gusta más pasear de cara y las sillas de paseo ligeras casi siempre miran hacia delante. Pero con el trajín que tenemos, necesitamos otra silla igualmente (una para el papá y otra para mi, que nos vamos turnando en dejarle y cogerle de la guarde), y además el maletero de mi coche es pequeñito.
Así que hemos comprado la Chicco Lite Way: ligera, se pliega mucho, manejable y con mucho más asiento y reposapiés que la Streety. Hemos probado varias, y parece que es en la que Mario va más cómodo. Pero no le gusta nada ir mirando hacia delante, no nos ve y no podemos "hablar" para contarle lo que vamos viendo así que se aburre mucho (supongo que se irá acostumbrando, pero seguimos usando más la otra para los paseos aunque le sea más incómoda).

sábado, 29 de octubre de 2011

Silencio

Cuando Mario está callado, es que está haciendo algo que no debería: no falla. Los dos accidentes que llevamos hasta ahora han sido después de un rato de silencio.
Primero: estamos los dos solos en casa en el salón, voy un momento al baño después de dejar todo convenientemente protegido y cuando empiezo a bajarme la ropa, después de escuchar sólo silencio, oigo un golpe y lloros. Vuelvo corriendo al salón y me encuentro con mi hijo, que ha reptado a la otra punta de donde lo he dejado, ha abierto un cajón del aparador (yo creo que lo tenía todo planeado y estaba esperando una ocasión para hacerlo) y ha encontrado lo único que no debía estar ahí (después de las revisiones que ya hemos hecho de todo lo que tiene que estar en alto, con un cierre especial, etc): una vela roja. Como se había sentado delante del cajón después de abrirlo y estaba tan entretenido con la vela, de la emoción se ha caído hacia delante y se ha dado con el cajón en la cara. Encima, como la vela era roja y le veo con un poco de rojo en la boca, pienso que la ha mordido y le hago vomitar. Falsa alarma: era un poquito de sangre en el labio por el golpe, pero no cera.
Segundo: estamos los dos solos en nuestra habitación, yo cambiando el armario para sacar las cosas de invierno mientras el duerme en nuestra cama su siestecita del carnero rodeado de protecciones, almohadas y demás. Silencio, claro. Hasta que siento algo y me doy la vuelta a tiempo para ver como, despierto (yo creo que se hacía el dormido), se salta todas las barreras y se baja de la cama de cabeza. Claro, se clava el chupete en la boca y se hace una buena pupa.
Moraleja: si no le oyes, empieza a preocuparte, algo va mal.

viernes, 28 de octubre de 2011

Primeras rabietas

Mario ha tenido estos días sus primeras rabietas. No han durado mucho, pero con lo poco que llora normalmente (y sólo si le pasa algo), se ha desquitado..... Hasta ahora había "sacado carácter" en alguna ocasión, pero nada comparable a lo de estos días.
Las dos que ha tenido han sido por lo mismo: como todos los bebés, no sabe parar. Han sido dos días que lo estaba pasando muy bien por la tarde, que estábamos los tres juntos para jugar, para el baño y para la cena. Y claro, no quería acostarse.
Así que ha empezado protestando un poco cuando le hemos metido en la cuna, ha seguido llorando cada vez más fuerte y ha terminado histérico moviendo brazos y piernas como un enajenado (pero no el molinillo de cuando está contento, esto era mala leche pura porque no hacíamos lo que él quería) y a grito pelado. 
El primer día pensamos que le pasaba algo (como ha estado malito a menudo y está con los dientes, pues no nos dimos cuenta) y estuvimos con él en brazos, consolándole y buscando un posible motivo. Pero nos dimos cuenta de que quería o brazos con papá o venir a la cama con nosotros, claro, nos dimos cuenta cuando ya lo había conseguido, no había manera de dejarle después en su cuna. Y así hasta que se durmió agotado mucho más tarde de lo normal.
El segundo día, que ya le vimos venir, me armé de paciencia y me encargué yo de estar con él, pero en su habitación y yo, que era lo que no quería. Así fue un poco terrible (en vez de conmigo parecía que la habían dejado con un asesino en serie, no me quería ni ver y chillaba histérico llamando a su padre), pero lo sobrellevamos.
Después de estos dos días tan malos, a veces ha hecho un amago, pero se resigna en 5 minutos y lo deja. Esperamos haberlo hecho bien, de todas formas nos hemos dado cuenta de que tenemos las tareas muy repartidas y de que por lo tanto, asocia a papá con unas cosas y a mamá con otras, así que vamos a intentar turnarnos en las cosas "buenas" y en las "malas", para que no me tenga que llevar muchos disgustos más como este (que te mire tu bebito como si te odiara en ese momento, que de hecho, un poco sí que te odia, no es plato de gusto).

miércoles, 26 de octubre de 2011

Miedo y apego

Este mes Mario ha avanzado mucho en todos los sentidos. Además de en su movilidad (la velocidad que coge reptando es increíble, se maneja tan bien, que aunque ya sabe gatear no lo hace casi nunca, y cuando está calzado, empieza a ponerse de pie apoyándose en cosas), en su capacidad para coger y manipular objetos con las manos, en su curiosidad, en su interacción con los demás.
Hemos observado dos cosas nuevas. La primera, que hay cosas que ahora le dan miedo de verdad. La que más miedo le ha dado hasta ahora ha sido un abanico. Este verano cuando mi madre lo utilizaba le encantaba, lo intentaba coger y se reía mucho cuando le abanicaba. Pero ahora, no sé que ha visto (supongo que se transforma y no lo entiende), que cada vez que su abu lo saca, se pone a temblar como una hoja, a soltar quejiditos y a esconderse donde puede. Le ha pasado con otras cosas, pero enseñándoselas y jugando con ellas, se le ha pasado. Pero con el abanico no lo hemos conseguido todavía, le da pavor....
La segunda, siente mucho más apego por las personas y por las cosas que antes. Está mucho más unido a nosotros, sabe perfectamente cuándo prefiere estar con papá y cuando con mamá, y si estamos los dos, no puede estar más feliz. Además nos recibe cuando venimos de trabajar montándonos una fiesta, nos ha empezado a acariciar de verdad y a dar besitos babosos, y ahora dice papá y mamá exactamente cuando quiere. Lo mismo le está pasando con sus juguetes o los objetos que descubre, ahora si se los quitas, se enfurruña o te persigue con la mirada hasta que se los devuelves. Es curioso lo rápido que avanzan, porque hace unos días, todo esto no pasaba en absoluto. Tendríais que ver lo "macarra" que se pone cuando le quitamos su patito de la bañera para sacarle del agua...

martes, 25 de octubre de 2011

Aerosoles

Hemos adelantado la revisión con la pediatra un poco, para hablar con ella de las laringitis que ha tenido desde la última vez que la vimos. Mario sigue teniendo tos y congestión, y aunque le vamos quitando mocos con los lavados con suero fisiológico, no sabemos si podemos hacer algo más.
La pediatra nos ha dicho que de momento no le han bajado los mocos al pecho, y ha visto que por lo demás todo está bien (74 cm y 8900 gramos a falta de una semana para cumplir los 8 meses). Nos ha recomendado que compremos un aparato de aerosol clásico para poder ponerle suero con Mucosan durante una semana más o menos, todas las noches. Si luego hiciera falta, podríamos seguir sólo con suero los días que quisiéramos para ablandarle la congestión y limpiarle mejor las vías respiratorias. Y si volviera a tener laringitis, podríamos darle la Budosanida en casa sin necesidad de ir a urgencias.
Así que hemos preguntado en varias farmacias por máquinas de aerosolterapia clásicas (las de ultrasonidos salen muy caras y además no sirven para toda la medicación) y nos han encontrado una maja por 65 euros.
Ya hemos empezado a utilizarla con Mario. Ponemos 1 ml de Mucosan con 2 ml de suero fisiológico y estamos entre 10 y 15 minutos hasta que termina de pasar todo. Para entretenerle, o bien cantamos nosotros y hacemos un poco el tonto, o bien le ponemos el Cantajuegos en la tele, que como es un ratito y le gusta mucho, no nos importa. Se pone un poco nervioso a ratos, pero la verdad es que se porta muy bien y parece que en tres días, ya le notamos un poco mejor.

lunes, 17 de octubre de 2011

Hambre

La naturaleza es sabia, es la segunda vez que después de estar malito y un poco raro, Mario tiene un hambre que parece que se come el mundo. Lleva bastante tiempo comiendo unos 250 g de puré al mediodía, unos días lo terminaba entero y otros no. 
Pues estos últimos días lo termina, y llora!!! Así que hemos empezado a darle un poco más y a ofrecerle un yogur de postre. Y con el resto de comidas está igual, parece que no ha comido en meses. Como hace más fresquito, no para quieto, ha estado malito y se está recuperando, y está dando un estirón, pues parece que todo es poco. Qué cosas.

viernes, 14 de octubre de 2011

Segunda visita a urgencias

Otra vez lo mismo, el pobrecito gordo se ha despertado muy temprano con tos de perro y dificultad para respirar. Así que a Urgencias, esta vez un poco menos preocupados.
Le han diagnosticado otra laringitis, le han vuelto a poner un aerosol (como la otra vez, con Budosanida), y nos han mandado Estilsona para tres días, de nuevo.
Y a casita a darle muchos mimos y a cuidarle para que se ponga bueno cuanto antes. Por lo menos, como la otra vez, parece que está hasta arriba de mocos y tos pero que no tiene fiebre, así que no se le quitan las ganas de reír y de jugar.

martes, 11 de octubre de 2011

Zapatos

Le hemos comprado a Mario sus primeros zapatos. Como no para quieto, ha empezado a resbalarse al intentar reptar, gatear y sobre todo, ponerse de pie. Además, empieza el frío, y así le abrigamos un poco los pies.
Hemos buscado las típicas botitas con velcro, con refuerzo en la puntera y en el talón, pero la suela muy flexible. Nos han recomendado que le sobre un dedo por detrás y aunque probárselas al principio ha sido un poco complicado porque encogía los pies, es cuestión de paciencia y de pillarle el tranquillo (hay que abrirlas bien, hacerle apoyar el pie, etc). ¡Lleva un número 20!
Salen un poco caras (para lo pequeñas que son y lo rápido que le va a crecer el pie....), pero el calzado es importante cuando empiezan a caminar, así que mejor no ahorrar en esto. Le hemos comprado unas que tienen varios colores, así de momento le pegan con todo.
Eso sí, ya hemos visto que es fácil perderlas por la calle, así que hemos inventado un mecanismo para cuando vayamos de paseo. Le pasamos un cordón de zapato por una de las argollas en las que se enganchan las tiras de velcro y le atamos un lazo al tobillo. Así si se quita una, se le queda colgando y no se cae al suelo. Hay que estar en todo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Papilla para cenar (y para desayunar)

Últimamente hemos notado que Mario empieza a pasar de los biberones. Cada vez juguetea más con la tetina, protesta, se estira hacia atrás. Y en los últimos días si se lo toma bien, lo hace muy rápido y entonces protesta porque se ha terminado.
Así que hemos probado a sustituir el biberón de la cena por una papilla. Nos resistíamos porque da un poco de pena, pero hemos probado. Le hemos preparado una papilla con sus 240 ml de leche pero en lugar de poner los 4 cacitos de cereales que le poníamos al biberón, le hemos puesto 8 cacitos.
Los dos primeros días se la ha tomado en nuestros brazos, luego, como es muy incómodo, hemos pasado a la trona. Y parece, por los gritos y aspavientos que nos ha hecho, que el cambio le ha gustado. Está cenando mucho mejor y sin disgustos.
Por lo que en una semana o así, después de dos días en los que ha vomitado el desayuno casi entero (la verdad es que a Mario los biberones de leche o leche en su mayoría, nunca le han terminado de sentar bien), hemos probado también la papilla en el desayuno. En este caso le hacemos una papilla con 120 ml de leche y 4 cacitos de cereales, y los otros 120 ml de leche se los damos en vaso (no queremos que deje de tomar la cantidad de leche que estaba tomando hasta ahora, con lo que está creciendo, seguro que la necesita). Todo un éxito, no ha vuelto a vomitar y le sienta mucho mejor. Adiós a los biberones, qué rápido va todo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Ya hemos probado la ternera

Pues eso, como ya tiene 7 meses y es lo que toca probar este mes, hemos preparado un puré con ternera, patata, judías verdes y zanahoria. Lo hemos hecho igual que los de pollo y pavo, 20 minutos en un cazo (todo fresco menos las judías que eran congeladas) y todo por la batidora con el caldo de cocción. Luego, a la hora de comerlo, con un chorrito de aceite de oliva.
Ni siquiera lo ha extrañado, como de toda la vida. Qué gusto, qué bien come.

viernes, 7 de octubre de 2011

Guardería, escuela infantil o como queráis llamarlo

Mario empezó hace más de un mes, cuando nos incorporamos al trabajo los dos después de las vacaciones. Hasta ahora no había escrito nada porque no me apetecía mucho, sé que tendría que decir que le ha venido muy bien, que juega con otros niños, que se ha espabilado, etc. Pero no es verdad, le llevamos porque no queda más remedio, si uno de los dos pudiera quedarse en casa sería la solución perfecta. 
Hasta ahora parece que ha sido peor para nosotros que para él, no se ha quedado ningún día llorando, sólo un par de días le hemos recogido y lo hemos encontrado triste o llorando, y si algún día ha estado rarillo allí ha sido más por los dientes que por otra cosa. Las cuidadoras son un encanto, y entre mi horario flexible, la voluntad de padreprimerizo y la ayuda de los abus, el gordito sólo pasa fuera unas horas, eso sí, que incluyen la comida del mediodía aunque intentamos que la siesta, aunque sea un poco tarde, ya la duerma en casa.
Cosas prácticas. En cuanto a adaptación, nos recomendaron que la hiciéramos rápida. Así que los dos primeros días estuvo entre 1 y 2 horas, hicimos mucho aspaviento con ir al cole, fuimos los dos a dejarle y a recogerle, fuimos paseando y cantando, le dejamos llevar su mochila, etc. A partir del tercer día ya se quedó prácticamente en su horario normal incluida la comida.
Allí hemos dejado una bolsa con pañales, toallitas y su cremita para el culete. Y todos los días llevamos y traemos una mochila con una muda de ropa completa (la ropa va marcada con su nombre, encargamos unas etiquetas para planchar en Prenatal), su vasito, su chupete y lo que pueda necesitar (gasas si tiene mocos, algo para morder si está con los dientes, etc). Lo demás se lo dan allí, incluida la comida. Aunque el primer mes la ha llevado de casa porque todavía no le habíamos introducido todos los alimentos.
Nos hemos acostumbrado a explicarle al llegar a su cuidadora todo lo que le ha pasado desde el día anterior, así está ubicada (cómo ha dormido, cómo ha comido, si ha hecho caca, etc). Y cuando le recogemos siempre nos dan una nota explicando cómo ha ido la mañana.
No le hemos notado grandes cambios desde que va, ni de hábitos ni de carácter. El cambio más grande, para peor, ha sido el de su salud. Todo el mundo nos ha dicho que el primer año es malo, así que supongo que será cuestión de mucha paciencia, pobrecito.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Hago lo que quiero

En cuestión de un par de días Mario ha perfeccionado tanto su técnica para reptar que puede plantarse donde le da la gana en unos segundos. Además, ya casi gatea, se sienta y se tumba sólo, ha aprendido a encender y apagar la lámpara del salón y a abrir cajones, lo coge todo (y se lo lleva a la boca para chuparlo entero si no estás rápido), se incorpora completamente en la hamaquita, se pone de pie en la cuna agarrándose a los barrotes,... Madre mía, nos faltan ojos y manos. Pero se pone tan contento con cada logro, que da gusto verle, cuando consigue algo difícil nos llama a grititos para que le miremos y tenemos que hacer un esfuerzo para no partirnos de risa. Todo el día "caca" y "pupa", porque lo que más le gusta es justo lo que no puede hacer claro. A ver si tenemos un rato y vamos poniendo artilugios para protegerle (enchufes, cajones y puertas, cosas tóxicas, etc).

domingo, 2 de octubre de 2011

Primera visita a urgencias

Esta mañana hemos tenido que pasar por el hospital por primera vez. Mario se ha despertado a las 7.00 de la mañana tosiendo como un perro y con unos ruidos muy raros al respirar, que parecía que hacía porque le costaba un poco coger aire. No tenía fiebre, y estaba contento, pero no nos han gustado nada las perspectivas y nos hemos ido a Urgencias con dudas de padres primerizos.
Allí nos ha atendido una pediatra que nos ha dicho que hemos hecho muy bien en llevarle. Por lo visto hay una "epidemia" de un virus que ataca a la laringe y hay muchos niños igual. Nos hemos tenido que quedar para ponerle un aerosol, y luego nos hemos ido para casa. Tenemos que estar tres días con unas gotas que llevan cortisona y nos ha recomendado un jarabe para la tos por si le da muy fuerte.
El aerosol no ha sido un trauma para Mario, como le tenía en brazos y lo estaba mirando todo alucinado, no se ha disgustado, al revés, parecía que le habíamos llevado a una especie de parque de atracciones raro (además, habiendo otros niños a los que mirar, él encantado). Excepto cuando con esos deditos que tiene, ha cogido una goma de la mascarilla (que estaba anudada porque le quedaba enorme), la ha estirado sin que yo me diera cuenta (preocupada como estaba de que estuviera cómodo y no se asustara con la situación) y cuando la ha soltado, le ha dado en la carita. Eso sí que ha sido un disgusto, menos mal que otra madre me ha dicho que le podía poner el chupete debajo de la máscara, y con eso y una canción, se ha calmado otra vez.
La verdad es que ha sido un susto, pero bueno, parece que Mario no se encuentra muy mal y que el aerosol le ha mejorado mucho. Lo mejor es que no parece que le esté subiendo la fiebre, con lo mal que lo pasó hace unas semanas con la faringitis, sólo de pensar en empezar otra vez se me pone mal cuerpo. Parece que a partir de ahora vamos a tener una -itis al mes. Qué pena, con lo pequeñito que es todavía. 

Actualización: Estos días ha ido mucho mejor de la garganta, pero esta otra vez congestionado hasta arriba (así que lavados con suero cada dos por tres otra vez) y está con la tripilla mala, un poco suelta y vomitando. Así que hemos pasado a alimentación más bien líquida hasta que le hemos visto mejor.

Entradas relacionadas