Mario sigue sin andar sin agarrarse a las cosas, ya no le da miedo, pero de momento parece que no tiene ningún interés. Eso sí, se pasa todo el día de pie, ya te pide que le des las manos para avanzar andando, y ha cambiado mucho en su manera de jugar y de entretenerse.
Nos han dicho en la guardería que van a desdoblar grupos para separar a los más bebitos de los que ya están más avanzados, y eso supone que Mario pase de las hormigas a las tortugas. Pasan a más de sus compañeros y les juntan con alguno nuevo, así que mantiene a algunos amiguitos. Pero es un cambio de aula y de cuidadora.
No sabíamos cómo iba a resultar, pero después de unos días, hemos visto que ha sido todo un éxito. Mario tiene un feeling especial con su nueva cuidadora, y está claro que la nueva rutina y las actividades que hace con las tortugas le encantan. Se queda todos los días contentísimo, ya nunca protesta y nos dice su cuidadora, que participa en todo alegre y concentrado, que es el primero en las "asambleas". Qué bien, es la primera vez que vemos que se queda feliz y que sale feliz. No es que hasta ahora le hubiéramos visto triste o llorando, pero tampoco le apetecía quedarse allí, estaba claro. Ahora en cuanto sabe a dónde vamos se pone contento y entra en clase diciendo Hola, hola. La verdad es que es un alivio. Como dice su pediatra, está madurando....
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