Como ya hemos comentado alguna vez, en casa la televisión siempre está apagada desde que nació Mario. Además de que no tenemos tiempo para verla, nos hemos dado cuenta de que si está encendida, estemos viendo lo que estemos viendo, se queda hipnotizado y no presta atención a ninguna otra cosa. Y claro, no nos gusta.
Desde estas vacaciones de Navidad hemos probado a ver alguna vez el telediario o algún capítulo de una serie con él en el salón, y pasados los primeros minutos, la verdad es que se pone con lo suyo y la ignora bastante. Bueno, a veces se obceca y se empeña en ponerse en "primera fila", pero entonces apagamos y a otra cosa.
Lo que sí hemos empezado a hacer es a ponerle al final de la tarde, coincidiendo con el momento de los aerosoles, unos 10 ó 15 minutos de televisión sólo para él. Cuando empezamos, le poníamos los Cantajuegos. Como son las canciones que le cantamos normalmente, le encantan, las reconoce y le gusta ver los bailes y los dibujitos. Hace poco hemos descubierto Baby Einstein, y las caritas que pone cuando lo ve son para hacer una película. Le encaaaaaaaaanta. Saluda a todos los muñecos, baila con la música (aunque sea clásica, es un marchoso), hace ruiditos con las imágenes que le gustan.
Vamos, que ese ratito al final del día, sea con las canciones o con el Baby Einstein, le sirve para estar entretenido mientras está con sus vapores y le hace pasar un rato estupendo, ya más tranquilito justo antes del baño. Todo en su justa medida.
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