Hasta hoy henos llegado....sanos. Después de un récord de casi tres meses yendo a la guardería y sin pillar nada más que algún simple catarro, Mario se ha pillado una laringitis aguda galopante, que ha hecho que pasáramos de una tarde con inicio de catarro a una noche en urgencias porque se ha despertado cuando ya llevaba unas horas durmiendo y se estaba ahogando. Toses de perro como las del año pasado, pero dificultad para respirar que nos han hecho salir pitando al hospital (después de haber probado lo del aire frío y de varias vomitonas por los esfuerzos para respirar que le han hecho respirar todavía peor).
Al final, como el año pasado, corticoides y aerosoles con budesonida, y al ver que mejoraba, para casa. Eso sí, al contrario que el año pasado, nos hemos venido con mucha tos todavía y muy mala cara. A ver qué tal.
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