Cuando nos trajimos a Mario del hospital venía con una pincita que le sujetaba el trocito que le quedaba de cordón después de cortárselo. Sólo teníamos que doblarle el pañal por delante para que no se lo tapara, de manera que con el aire, y lavándolo con agua y jabón suave un par de veces al día (es muy importante secarlo siempre bien), se caería.
No nos dimos cuenta de que la pincita tenía varias posiciones, así que se le secó la herida por unos sitios sí y por otros no, ya que no la fuimos moviendo. Así que a los 10 días cuando se le cayó, se le quedó una parte "tiernita" dentro del ombligo. Pero bueno, seguimos con agua y jabón y haciendo un par de curas al día con alcohol de 70º, y en unos días más se le ha quedado un ombligo perfecto....
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