Desde que comenzamos a darle para cenar su biberón de 240 ml de leche con 4 cacitos de cereales sin gluten y empezó a terminárselo, el gordito aguanta sin comer de nuevo hasta el desayuno, es decir, tenemos 12 horas, de 21 a 9, para que duerma.
La verdad es que se porta muy bien, le dejamos reposar un poco después de la cena (si le acostamos en seguida, como duerme boca abajo, hay muchas posibilidades de que vomite, así que le dejamos reposar un poco antes de acostarle y que no tenga la tripita tan rebosante....), se duerme en seguida y no suele despertarse definitivamente hasta las 8 u 8.30, que ya le traemos a nuestra cama para remolonear un rato con él.
Eso sí, durante la noche pide auxilio unas cuantas veces, no suele dormir del tirón, sobre todo a partir de las 4 ó 5 de la mañana, que se ve que ya tiene el sueño más ligero.
Nos suele llamar porque quiere el chupete, porque se ha hecho un lío con los barrotes de la cuna y no puede salir (duerme siempre con algo enganchado a un barrote, pero a veces se agarra tanto que no es capaz de salir) o porque se ha atravesado en la cuna. Normalmente te levantas, arreglas lo que sea, le tranquilizas un poco y vuelve a dormir. No podemos quejarnos, porque sólo ha habido un par de noches que no ha conciliado el sueño otra vez o que hemos tenido que quedarnos más rato con él para que volviera a dormirse.
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