El lunes 3 Mario comenzó a ir a la guardería otra vez. Después de algo más de un mes y medio en casa, siempre con alguno de nosotros o con los dos, la semana pasada y la vuelta a la rutina fueron un poco duras para el gordo. Entre el lunes y el viernes se quedó todos los días llorando en la guardería y cuando fuimos a buscarle nos recibió con cara de póker... Eso sí, nos juran y perjuran que los lloros le duran un minuto y que luego lo pasa muy bien, que juega, participa en todo, come estupendamente y se echa su sueñecito tan tranquilo (no el siestorro que se echaba en casa este verano pero por lo menos una cabezadita para poder aguantar el resto de la tarde, porque cuando llegamos a casa no quiere dormir).
Sus compañeros son los mismos del año pasado, pero ha cambiado de edificio (ahora va al de "mayores") y de cuidadora. Además ya come menú sólido por completo y hemos pedido que le vayan poniendo en el orinal (de momento va con pañal, pero es el único rato del día junto con la noche, todo lo demás es con calzoncillo). En cuanto pasen las novedades y se aclimate, comenzará a ir también sin pañal a la guardería. Así que muchos cambios.
Y para remate, a mediados de semana fuimos a su revisión con la pediatra (¡nueva también!) y a ponerle la vacuna de los 18 meses. Por fortuna en esta ocasión la reacción ha sido sólo local, pero bueno, un pinchazo no es agradable para nadie.
El fin de semana fue un poco movido, estuvo muy "intenso" y algo rebelde, pesadito en general. Y lo hizo todo todo fuera del orinal, yo creo que estaba indignado con nosotros por la semana que le dimos... Incluso le costó dormirse por las noches, cosa que no le ocurría hace muuuuuuuuucho tiempo.
Pero bueno, esta semana parece que ha cogido el ritmo y se está quedando contento en la guarde, de hecho tiene mejor talante estos días y da gusto verle así, tan contento como siempre. Hemos puesto su nombre a los libros con las actividades de este curso, hemos marcada una sábana para su colchoneta de las siestas, tenemos que hacerle unas fotos. Parece que la tempestad ha durado poco, la verdad es que es un solete.
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