Después de achacar el mal carácter de estos días a la vuelta al cole y a la vacuna nos hemos encontrado con que a Mario le ha salido, así por sorpresa, un premolar en la encía de abajo, su noveno diente. Pobre, esta vez ha sido tan sufrido que casi no nos hemos enterado. Probablemente por eso le estaba costando tanto dormirse solo estas noches, que es muy raro en él. Pero como no tenía otros síntomas, sabíamos que algo de dientes tenía, pero no como para encontrarnos un pico nuevo esta mañana. Bueno, esto va muy lento, pero uno más (o uno menos, según como se mire).
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