Mario comenzó a decir mamá y papá bastante pequeñito. Luego siguió con hola y adiós, gracias, agua, e incluso se atrevió con alguna palabra de tres sílabas (galleta y pelota, creo recordar). Pero cuando parecía que iba lanzado, dejó de decir las que ya sabía y de aprender otras nuevas.
No lo relacionamos con nada concreto, simplemente parece que perdió el interés y se puso con otras cosas. Como ya he comentado en alguna entrada, hola ha sido la palabra multiusos todo este tiempo, y a lo largo del verano Mario ha comenzado a usar la mímica.
También es verdad que al mismo tiempo ha acuñado su famoso "élfico" con el que hemos tenido conversaciones, en persona y por teléfono, memorables. Pero no hay quien le saque del goyi-goyi con el que está todo el día.
Este fin de semana, un poco cansada ya de que lo pida todo por gestos, me hice la tonta (mucho más de lo que me lo suelo hacer normalmente) y no le di agua cuando me la pidió por gestos. Con lo que le gusta beber agua y con el mal pronto que tiene, se pilló un disgusto enorme y le duró un buen rato. Al final, por no tenerle todo el fin de semana sin beber, pues claro, le tuvimos que dar agua sin que la pidiera hablando.
Pero el lunes, de repente, nos pide agua por la mañana (ABA ABA ABA ABA) con una cara de picardía y de orgullo a partes iguales, que casi me lo como. Y hasta hoy, ahora ya cuando quiere agua la pide de palabra y muy contento. De regalo, ha empezado a decir papá y mamá de vez en cuando, que hace mucha ilusión, porque hacía meses que no lo oíamos.
Creo que esto va a ser como lo de andar, que una cosa es que pueda hacerlo y otra que a él le apetezca hacerlo... paciencia.
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