Desde el verano, Mario se ha ido acostumbrando a comer en el cole a las 12.30 pero a tomar aperitivo los fines de semana con nosotros (unas patatas fritas, un poquito de pan con queso) para poder comer un poco más tarde. Y como ya casi come solo y de todo, estas vacaciones hemos comido los tres juntos todos los días, lo mismo y a las 14.00.
Como la experiencia está siendo muy buena, hemos decidido seguir así los fines de semana al mediodía y empezar también con las cenas comunes todos los días (o por lo menos durante la semana). Ayer ajustamos un poco los horarios de todos y a las 20.45 estábamos cenando los tres juntitos en la cocina. Así al acostar a Mario, sólo nos queda recoger y sentarnos en el sofá un rato. Qué maravilla!
Al hacer las comidas y cenas juntos, pasamos la mitad de tiempo en la cocina. Y claro, le incluimos en la conversación y le acompañamos de verdad, así que todos encantados. Parece que va bien.
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