Ya estamos de vuelta después de unos días de enfermedad y otros de descanso. Para Mario estas han sido realmente sus primeras Navidades, ya que el año pasado era muy pequeño todavía y casi no se enteró de nada. Y creo que se lo ha pasado genial y que por él sería Navidad todo el año.
Empezamos en el puente de Diciembre, poniendo los adornos en casa. Mario disfrutó mucho poniendo el belén y adornando el árbol. Además le compramos un peluche muñeco de nieve que le hemos dejado poner donde ha querido todas las vacaciones, muy tierno, y que ha sido su mascota estos días.
En los días siguientes decoraron también su clase con adornos que llevamos de casa y tuvimos que hacer otra campana. Pero este año no la hemos hecho nosotros como el año pasado, sino que hemos dejado que la haga él. Pintando franjas de colores y con gomets triangulares como si fueran nieve. Disfrutó mucho haciéndola y cada vez que vamos a buscarle nos señala la suya muy orgulloso.
Poco a poco fue probando los dulces navideños, después de merendar su fruta y su yogur le hemos dejado probar diferentes cosas (trocitos). Y aunque en general no le ha hecho ascos a nada, lo que le ha vuelto loco han sido las bolitas de coco, al final de las fiestas hemos compartido una casi todas las tardes a medias (venía pidiéndome "cocococococococococococo").
Y el 21 por la tarde, después de ir a la fiesta del cole vestido de pastor, escribimos la carta a los Reyes Magos.
La primera parte de las fiestas Mario y yo estuvimos con un virus intestinal, menos mal que suave para él, pero horrible para mí que hacía tiempo que no me ponía tan mal. Pero bueno, cantamos villancicos todos juntos y el día 25 vinieron los Reyes con los primeros regalos. Tal y como lo habíamos pedido, un poco por adelantado para tener tiempo de jugar en vacaciones. Vinieron varios cuentos, una fregona y una escoba, un par de bebés y un trenecito de los clics. Con eso hemos estado jugando todas las vacaciones, y también hemos pintado, hemos cocinado cosas ricas, hemos visto algún trozo de película de Disney (aguanta ya unos 15 ó 20 minutos seguidos viendo algo), hemos cantado y bailado, y cuando ha salido el sol y nos hemos encontrado mejor, hemos paseado mucho y nos hemos reunido con familia y amigos.
Para Nochevieja ya nos encontrábamos bien, así que hicimos un simulacro de uvas a las 20.00 (con una sartén y un vídeo del año pasado) y una cena especial para Mario (con velas y todo) antes de acostarle y de hacer nosotros lo mismo pero ya en horario reglamentario.
Al final no fuimos a la cabalgata, nos pareció mucho frío y mucho follón para Mario todavía. Y el roscón tampoco le gustó mucho, pero el día de Reyes vino algún regalo rezagado y lo pasamos muy bien con la batería que nos trajeron.
Todo esto ha sido agotador, pero por suerte a Mario se le puso cuerpo de vacaciones rápido, y además de comer muy bien todos los días, también ha dormido casi todas las noches 12 horas del tirón. Así que a pesar de los días malitos del principio, hemos terminado las vacaciones con la sensación agridulce de haberlo pasado muy bien, pero de volver a la rutina!!!! Bueno, ya hemos recogido los adornos, nos hemos preparado psicológicamente (preparando las cosas para el cole los últimos días y hablando de la profe y de los amigos...) y aquí estamos, de vuelta y con energías renovadas para comenzar el 2013.
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