Cuando estaba embarazada leíamos dos libros: Qué se puede esperar cuando se está esperando y uno de Pilates para embarazadas que me vino muy bien mientras pude moverme. Ambos fueron una ayuda estupenda.
Al final del embarazo ya empezó a preocuparnos más el futuro que el presente, y pasamos a leer algún libro acerca de bebés (al papá se le antojó que le trajeran alguno los Reyes para ponerse al día antes de que Mario viniera).
De nuevo leímos dos. Hay tanta información acerca de la crianza de los hijos, que es absurdo leer más, la sobreinformación tampoco es buena. Como he escrito en este blog alguna vez, te das cuenta cuando empiezas en esto de ser madre primeriza que hay tantas teorías como padres y madres (o casi). Así que es un mareo hacer caso de todo el mundo. Entre lo que te pueden contar en tu familia, las clases de preparto, y un poco de lectura, ya te haces a la idea. Lo que hay que encontrar son ideas que vayan con vuestro estilo de vida y con vuestra forma de ver las cosas. Nos hemos dado cuenta de que lo que para nosotros es de sentido común con Mario, es rarísimo para otra gente. La verdad es que es curioso.
Teniendo esto en cuenta, os cuento... Acerca de alimentación, rutina, sueño y crianza en general, nos gustó mucho Guía Práctica para tener bebés tranquilos y felices. Nos gustó leerlo, pero ahora que podemos pasar de la teoría a la práctica, nos está gustando mucho también, que en realidad es lo importante. Y el otro libro que leímos fue Duérmete niño, del Dr. Estivill, para intentar no tener que ponerlo en práctica y hacer las cosas bien desde el principio. De momento, lo tenemos aparcado y parece que no nos ha hecho falta, a ver si seguimos así, porque tampoco nos ha convencido demasiado el famoso método, por lo menos para bebés...
No hay comentarios:
Publicar un comentario