Hasta hoy, Mario tenía ratitos malos con las encías, pero nada que no se pudiera solucionar con un poco de paciencia. Esta noche lo hemos pasado fatal con el tema de los dientes por primera vez, tiene que dolerle mucho, qué pena da.
Le hemos acostado a su hora, y como siempre, "lo da todo" durante el día y estaba agotado, por lo que en un ratito se ha dormido. Cuando llevaba una hora más o menos durmiendo, se ha despertado llorando. A veces le pasa, se le cae el chupete y no estaba dormido todavía profundamente, se da un susto, sueña, etc. Hemos ido a ver qué le pasaba y tenía los ojos cerrados. Pero ha seguido llorando, cada vez más, cada vez más. Y nada le consolaba, no quería cuna, no quería brazos, no quería chupete.
Era el llanto de los cólicos de gases de cuando era muy pequeñito: de dolor. Y hemos comprobado que tenía las encías inflamadas y que le dolía mucho la boca. No quería tampoco mordedor, nada que se le acercara a la boca. Así que hemos estado casi 2 horas con él, intentando calmarle, o por lo menos acompañarle. Quería dormir, pero no podía. Al final de puro agotamiento se ha dormido, pero no profundamente. Y ha estado todo el tiempo lloriqueando.
No sé si encontraremos algo que le alivie un poco (o un mucho, ¿por qué no han inventado nada?, seguro que porque los adultos ya no nos acordamos de lo que duele) cuando esté así, pero a partir de hoy empezaremos a probar. Y por lo demás, me temo que hemos empezado a tope con los dientes, así que mucho cariño y mucha paciencia.
Actualización: De hecho hoy no tenía nada de hambre, hemos tenido que masajearle las encías y darle la cuchara a distancia para que merendara algo, ha estado tosiendo de atragantarse con tanta baba, le ha salido un sarpullido rojo en una mejilla. Un cuadro, vamos. Menos mal que es un sol, y ni con esas se le va del todo el buen humor. El problema es que de momento no encotramos un mordedor que le guste, ni los de gel frío, ni los blanditos. Prefiere morder un trapo o un juguete de plástico duro. A ver si encuentro algo de estos materiales pero de un tamaño más adecuado.
Actualización: De hecho hoy no tenía nada de hambre, hemos tenido que masajearle las encías y darle la cuchara a distancia para que merendara algo, ha estado tosiendo de atragantarse con tanta baba, le ha salido un sarpullido rojo en una mejilla. Un cuadro, vamos. Menos mal que es un sol, y ni con esas se le va del todo el buen humor. El problema es que de momento no encotramos un mordedor que le guste, ni los de gel frío, ni los blanditos. Prefiere morder un trapo o un juguete de plástico duro. A ver si encuentro algo de estos materiales pero de un tamaño más adecuado.
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