Parque

Mario ha descubierto los parques este último mes. Con el buen tiempo y la mejora en su movilidad y habilidades, hemos empezado a "soltarle" cada vez que podemos. 

Hasta ahora siempre hemos paseado mucho y parado ratitos pequeños, pero estos últimos días, al llegar al parque, le hemos bajado de la silla y le hemos dejado jugar a sus anchas.

El primer día le costó un poco soltarse, estaba muy raro y no sabía muy bien a "qué jugábamos". Pero a partir del segundo, ya se le han ocurrido miles de cosas con las que entretenerse. Va gateando a todas partes (se puede hacer un parque entero a toda pastilla), y si no, agarrado a los bancos y demás mobiliario urbano o a nuestros dedos si se los dejamos....

Le encantan los columpios y los toboganes, las piedras y los palitos son tesoros (cuidado, las colillas también), disfruta mucho revolcándose en la hierba y tocando la corteza de los árboles. Se muere de risa con las hormigas, mantiene la distancia con las fuentes y demás sitios con agua (no se fía), saluda a todos los perros aunque le da un poco de miedito cuando se acercan mucho. Y el otro día una madre muy simpática le dejó un cubito y unas palas (nosotros, padres primerizos, no íbamos nada preparados, ya hemos tomado nota) para que jugara con la tierra, y se volvió loco.

Qué gusto da verle así. Cuando llegamos a casa está tremendamente feliz y cansado, oliendo a sudorcito y con tierra y de todo hasta en el pañal. A ver si estas vacaciones no hace muy mal tiempo y puede seguir disfrutando de sus descubrimientos.