Hemos pasado una semana espantosa y todo por un diente más en la encía de abajo. Mario ha estado pasando unas mañanas regulares y unas tardes horribles. Nos ha pedido el chupete constantemente, cosa rara rara en él. Ha estado muy sensible, muy necesitado de atención, muy protestón y muy llorón. Las noches, no podía dormir, muchas las ha pasado con Dalsy.
Y los últimos días ha estado con fiebre de hasta 38.5, pero sólo a veces. Por fin le ha roto la encía y está eufórico, se encuentra bien por fin y no para de reír y de jugar. Pensábamos que le iban a salir todos de golpe, ¡pero sólo ha sido uno! Qué barbaridad, la que le ha liado.
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