jueves, 30 de agosto de 2012

Del 21 al 23

Pues eso, que el calzado de verano que le compramos a Mario en Junio era del número 21 y le quedaba holgado. Al pasar el verano cada vez le ha quedado más justo, pero iba bien,  y de repente se levanta, y no le caben los pies dentro!!! Juraría que el último estirón ha sido en una noche.
Hemos tenido que salir deprisa y corriendo a comprarle algo para poder ponerle en los pies, una faena, porque ya casi no queda nada de rebajas de verano y todavía están poniendo lo de la nueva temporada. Sobre todo hay zapatos para uniformes de colegio.
Y resulta que de la misma marca lleva un 23 con todas las de la ley. Claro, por eso tiene tanta hambre estos días, porque el resto del estirón ha sido por el estilo... Qué barbaridad, jaja.

viernes, 24 de agosto de 2012

Menús para Mario con casi 18 meses

Este verano ha sido un tiempo de experimentos en la cocina, porque ha sido nuestra primera experiencia de desayunos, comidas, meriendas y cenas familiares, es decir, todos lo mismo o casi lo mismo, nada de biberones, ni papillas, ni purés: comida de verdad y familiar. Por si a alguien le sirve, os cuento como nos hemos organizado con los menús.
Para el desayuno, seguimos con las galletas María mojadas en leche y con el pan tostado (blanco, integral, tipo mollete, vamos variando). Para la merienda también variamos poco: dos piezas de fruta (plátano, melocotón, kiwi, higo y paraguaya han sido las más repetidas), algún lácteo (yogur, danonino, quesito) y algo de galleta o bizcocho casero.
Con las comidas nos hemos organizado por días, de manera que haya comido legumbre dos días por semana, pescado otros dos, pollo otros uno o dos y carne uno o dos. Por ejemplo:
  • Lunes y viernes legumbre: Hemos variado entre distintos pucheros de lentejas y garbanzos pasados un poco por la batidora. También hemos probado el humus y la ensalada de judías blancas con bonito y aceitunas negras.
  • Martes: Pechugas de pollo empanadas, o a la plancha o en papillote o rellenas y al horno.
  • Miércoles: Pescado empanado o rebozado. El pez espada ha triunfado, aunque el fletán y la merluza también le han gustado mucho.
  • Jueves: Carne de cerdo o ternera. Como Mario todavía no puede comer filete, hemos probado el pastel de carne, las albóndigas, el filete ruso, las salchichas de carnicería, la hamburguesa. También los canelones o la lasaña de carne.
  • Sábado: Pescado a la plancha o al vapor. Excepto el salmón, que le encanta, el resto le resultaba sosote (lenguado, merluza), así que mezclado con verdura, o arroz o pasta. O en forma de hojaldre, pastel, empanada o tortilla.
  • Domingo: Pollo o carne en otro formato diferente que el resto de los días. Aquí también han triunfado las recetas en forma de hojaldre, pastel, empanada y el arroz con pollo.
Para las cenas, si en las comidas no ha habido huevos, tenemos huevo dos días a la semana. Casi siempre como huevo pasado por agua, huevo al plato, tortilla francesa, tortilla de patata o revuelto de verduras. Y el resto de las noches vamos complementando a las comidas con pasteles de leche evaporada, croquetas, empanadillas, quiches y pizzas caseras, arroces o pastas (aunque siguen sin gustarle mucho las pastas, algo ha comido, en total hemos intentado que comiera arroz dos veces por semana y pasta por lo menos una) y ensaladillas. Y algún sandwich y San Jacobo (que los ha descubierto y le encantan).
El postre de la comida siempre es un yogur o un yogur griego. Y en la cena depende, a veces no toma nada, a veces yogur y a veces fruta o una mezcla de las dos cosas.
La verdad es que nos hemos organizado bien, porque con los menús hechos desde el principio cocinábamos la comida y la cena de todos por la mañana, justo después del desayuno, y ya cerrábamos la cocina el resto del día y nos podíamos dedicar a estar de vacaciones. Aprovechando bien "las sobras", la comida de muchos días servía para hacer la cena del siguiente, etc. Y con la olla exprés, el horno y el estuche de vapor, no se ensucia mucho y todo se hace rápido. Esto ayuda a comer sano y a disfrutar, pero a no dedicarle mucho tiempo a la cocina en vacaciones, que a veces da pereza ¿verdad?

lunes, 20 de agosto de 2012

Operación calzoncillo

Una vez conseguido el pis de la mañana en el orinal (para lo que ha sido necesario que Mario se acostumbrara a sentarse en ese invento del demonio que tanto miedo le daba al principio y pereza después), Mario ha cogido carrerilla. Así que hemos decidido quitarle el pañal todo el tiempo que pasemos en casa para que vaya aprendiendo. ¿Por qué?
  • Cada vez le das más rabia llevar pañal, algunos cambios son batallas campales y por las noches se lo quita en cuanto puede.
  • Se pone de cuclillas para hacer pis y caca, y muchas veces nos avisa por mímica de lo que está haciendo. Y en cuanto lo hace no deja de tocarse el pañal para que le cambiemos en seguida porque l molesta estar sucio.
  • Una vez que ha comprendido lo que es el orinal y para qué sirve, lo que papá y mamá hacemos en el baño, lo que sale de nuestros cuerpos, etc; parece que ha asumido con mucha naturalidad que es el siguiente paso.
Le hemos comprado un paquete de 8 calzoncillos (que culo más bonito se le ve sin los pañales, qué gracioso) y nos hemos puesto manos a la obra. La caca la ha controlado en seguida, le da tiempo a avisarnos y a que le pongamos en el orinal. De momento no se nos ha ido ninguna fuera!
El pis, claro, es más complicado. Unos van dentro y otros se le escapan, normalmente porque nos avisa cuando ya se está mojando o porque si está muy entretenido con algo se le olvida avisarnos. Otro problema con el pis es que a veces nos avisa, le sentamos en el orinal y si no le sale enseguida, se levanta y se va. Y a los dos minutos se lo ha hecho encima. Para esto hemos probado a entretenerle con algún libro o juguete el tiempo suficiente para que le salga o algo que parece infalible, a hacer pis nosotros a la vez, con lo que le sale automáticamente a él el suyo (sin embargo los grifos no funcionan...).
Por lo que estamos viendo, esto hay que hacerlo con el buen tiempo, porque no me quiero imaginar en pleno invierno con cada escape, la cantidad de ropa que se moja y que hay que cambiar y lavar. De hecho, tenemos que comprarle algún calzoncillo más porque si se da mal el día, puede mojar muchos y que no de tiempo a lavarlos.
De momento estamos contentos con cómo van las cosas y vamos a seguir. Por supuesto él está muy orgulloso de sí mismo y muy involucrado. Cada vez que nos avisa le hacemos fiesta y si encima tenemos "premio" en el orinal, lo vaciamos juntos, decimos adiós, tiramos de la cadena y hacemos todo un ritual que le encanta. A ver si aprende las palabras pis y caca pronto y nos puede avisar con algo más que con mímica, pero vamos, que es muy expresivo y de momento está siendo más que suficiente para correr a por el orinal.

domingo, 19 de agosto de 2012

Dormir con osito

Mario nunca ha dormido con nada en la cuna, pero desde hace unos días nos pide una "almohada". Pues a continuación nos ha pedido al osito Carlitos, que estaba en su habitación desde que nació, pero de decoración, un peluche blanco muy mono al que nunca había hecho mucho caso hasta ahora.
En plena ola de calor el gordito se duerme todas estas noches tan feliz abrazado a su osito de peluche, y si en un arranque de agobio se lo sacamos de la cuna mientras duerme (hay que tener en cuenta que es muy caluroso y que en pleno invierno el problema es que se nos destapaba), al despertarse para pedir agua nos lo vuelve a pedir.
La verdad es que algunas noches Mario nos ha llamado nada más acostarse para que le hiciéramos algún cariñito, no por sed. Y ahora como se queda con su osito, ni eso, le acostamos y no sabemos nada más de él hasta que nos llama para pedir agua. ¿A lo mejor se sentía solo en la cuna? ¿De dónde ha salido lo del osito si nunca lo hemos hecho y no lo ha visto en ningún sitio? ¿Es instintivo? La verdad es que me parece super curioso...

jueves, 16 de agosto de 2012

Rutina de verano

Mario está acostumbrado a la rutina, por lo que desde que dejó de ir a la guardería tardó como tres días en hacerse su rutina de verano. Y la verdad es que está con cuerpo de vacaciones y es una maravilla.
Se está despertando todos los días entre las 8 y las 9 de la mañana, aunque algún día ha llegado a dormir casi hasta las 10. Lo único malo de las noches es que desde que comenzó el calor nos llama para beber agua, a veces en una o dos ocasiones, pero alguna noche nos llega a llamar seis o siete veces (por lo menos la bebe con los ojos cerrados y se vuelve a dormir, pero a nosotros no nos deja descansar bien).
Desayuna y se pone a hacer las cosas de la casa con nosotros (le da igual limpiar, que hacer la compra, que hacer la comida, que hacer las camas, él ayuda en lo que puede toque lo que toque). Luego vamos un rato a la piscina y entre las 13 y las 13.30 está comiendo. Justo después de comer, como está reventado de toda la mañana sin parar, se echa una siesta de un par de horas (y eso que pensábamos que se habían acabado las siestas cuando empezó a andar). Se levanta con hambre y sed, por lo que suele beber un buen vaso de agua y suele picar alguna galleta. Al rato ya se toma su merienda, jugamos y leemos, y volvemos a bajar a la piscina. A las 20.30 más o menos subimos, se ducha con su padre o conmigo o con los dos, cena y a entre las 21 y las 21.30 está durmiendo. Algunos días vamos antes a la piscina y antes de la cena nos damos un buen paseo, pero depende del tiempo que haga.
Esta rutina ha cambiado un poco los días que hemos podido hacer algún plan para salir de excursión, pero la verdad es que con este calor, poco hemos hecho. Y él se lo está pasando estupendamente, que es lo importante, no hay más que verle.

martes, 14 de agosto de 2012

Almohada

Parece que Mario se recupera poco a poco, hoy no ha tenido fiebre y no ha vomitado, lo único que le queda es que no tiene ningún apetito, pero eso es cuestión de paciencia. Sigue un poco más cansado de lo normal, pero hoy ya ha estado más animado todo el día.
La otra noche cuando comenzó a vomitar, hubo un momento en el que se agarró de un cojín que tenemos en la butaca de su cuarto y como no lo soltaba, le dejamos que se lo metiera en la cuna con él. Y lo usó el ratito que pudo dormir como almohada (es muy muy finito, en la butaca es sólo decorativo).
Ayer por la noche, como es un animalito de costumbres, protestó hasta que nos dimos cuenta de que nos estaba pidiendo su almohada otra vez. Esta mañana al traerlo a nuestra cama, se ha tumbado inmediatamente encima de nuestras almohadas, y esta noche ha vuelto a pedir su cojín, así que directamente le he puesto una funda de almohada de las que usaba cuando era pequeñito para proteger un poco las sábanas de los reflujos (menos mal que había guardado las que estaban decentes) y se la hemos dejado. 
Lo gracioso es que Mario nunca ha dormido con nada dentro de la cuna, y en tres días parece que su almohada le es imprescindible. Hasta el punto de que según donde ponga la cabeza (ahora en verano da muchas vueltas y a veces duerme para un lado y otras veces para el otro), se lleva su almohada con él. Como es tan finita, no importa, que la use cuanto quiera, pero menos mal que fue esto lo que metió en la cuna y no otra cosa...

lunes, 13 de agosto de 2012

Gastroenteritis

Tenía que pasar: la noche antes de irnos a la playa por fin los tres juntos, Mario se la ha pasado vomitando. Parece que el calor horrible de estos días o algún bicho de la piscina han causado estragos. Y nos hemos tenido que quedar en casa sin pisar la playa ni siquiera un ratito.
Esta vez han sido sólo vómitos, de momento parece que no hay diarrea. Como empezó por la noche y estaba el pobre medio dormido, las dos primeras veces se ha puesto todo perdido (hemos tenido que pasar todos por la ducha por etapas), todavía huele todo por mucho que lo limpiemos (¿alguien tiene algún truco?). El resto de las veces, ya estábamos preparados y el pobre ya vomitaba de pie y en una palangana... 
Casi no hemos podido dormir pero al día siguiente parece que no tiene fiebre muy alta y que por lo menos tolera los líquidos sin problemas (le hemos ofrecido algo de sólido pero no lo quiere ni ver, le dan arcadas sólo al enseñarle algo). Poco a poco, tenemos unos días de enfermería otra vez en casa, con lo bien que íbamos.

sábado, 11 de agosto de 2012

Manejo de los cubiertos

Siguiendo con la hora de las comidas, otra novedad importante está siendo que Mario se maneja cada vez mejor con los cubiertos. Ya se puede comer un yogur él solo sin que se la caiga casi nada, y cada vez más procura utilizar el tenedor en lugar de las manos, sólo hay que ayudarle un poco a pinchar las cosas. 
Ha sido un poco engorroso hasta que aprendido (todo perdido, claro), pero la verdad es que si les dejas por su cuenta aprenden rápido. ¡Qué mayor!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Adiós a la trona

Mario llevaba varias semanas pidiéndonos sentarse con nosotros en la mesa, por lo que habíamos probado a sentarle en una silla de las nuestras mientras comíamos. Quitando el problema de la altura (al pobre le queda la mesa a la altura de los ojos), todo perfecto: no se tira ni se cae, se lo pasa genial y la verdad es que es muy cómodo.
Así que hemos comprado en Ikea una silla de madera normal y corriente pero con la altura adecuada para un niño, y hemos jubilado la trona. De manera que Mario ya come en la mesa como nosotros y nos acompaña como uno más en las comidas. Mucho mejor.

lunes, 6 de agosto de 2012

Primer viaje con bebé

Nada más coger las vacaciones, por fin nos escapamos los tres juntos un fin de semana largo a casa de mi hermano en Burgos. Desde que Mario nació por unas cosas y por otras se nos habían gafado todos nuestros planes (eso por hacerlos...) y el pobre no había dormido fuera de su casa más que una noche en la de los abus. Por fin aventura, que con 17 meses recién cumplidos, ya era hora!
Todo ha ido muy bien y los hemos pasado estupendamente. Ir a una casa lo ha  hecho todo más cómodo, pero la verdad es que Mario es muy mayor ya y las cosas son fáciles si te organizas bien. Como somos muy de rutinas, ha notado los cambios en algunas cosas, pero lo hemos pasado todos muy bien.
Lo peor fue el viaje de ida, porque si todavía no conseguimos que se siente en el orinal más de 3 segundos seguidos porque se niega a "parar" tanto rato, pues imaginad en el coche más de dos horas.
Os dejo algunos trucos que nos han funcionado:
  • En el viaje de ida salimos muy temprano por la mañana, pero nos salió mal porque Mario no se durmió nada durante el viaje y se le cortó mucho el cuerpo. En el de vuelta dejamos que se despertara a su hora, salimos justo después de desayunar y todo fue mejor.
  • Padreprimerizo iba conduciendo y yo iba detrás con Mario, sobre todo, para entretenerle. Cosas que hicimos durante el viaje: cantar con unos CDs que habíamos grabado con sus canciones favoritas, sacar todas las cosas de mi bolso y del de su padre y volverlas a meter, hacer arcoiris con los reflejos de los CDs en el techo del coche,  contar historias con unos muñecos de los que se meten en los dedos de la mano. Y chorradas miles (ponernos y quitarnos las sandalias, darnos sustos, poner guapo a Mario con mis gafas de sol, pañuelo y abalorios, lo que se nos iba ocurriendo).
  • En el puerto de Somosierra Mario se mareó con las curvas y vomitó un par de veces. Lo mejor es llevar cosas a mano para limpiarles y para poder cambiarles si hace falta. Con las ventanillas abiertas y entretenido (pero sin mirar para abajo!!) se mareaba menos, claro.
  • También en el puerto le molestaron los oídos, así que a mano hay que llevar agua para que puedan beber en ese momento (además del resto del viaje, claro) y el chupete. Con esas dos cosas se le pasaron las molestias.
  • No viene mal algo de comer, aunque nosotros nunca le damos nada entre horas, para el viaje nos vino genial. Si es después del desayuno, unas galletas. A media mañana unas patatas fritas, por ejemplo.
  • Y en general, por lo menos con el nuestros, hay que ir parando para que estire las piernas, se mueva, haga caca (vaya disgusto porque quería apretar y en la silla del coche no podía) y se airee un poco. La verdad es que las sillas serán muy seguras, pero los pobres van un poco atados.
Vamos, que los viajes con mucha tranquilidad. En cuanto a sus cositas, nos llevamos una cuna de viaje plegable que tienen mis padres en su casa y una bolsa con su ropa, sus cosas de aseo y demás. Con un poco de para-por-si-acaso (que siempre hay imprevistos), pero sin pasarse, que eran pocos días. Y todo ha ido estupendamente, así que si no pasa nada raro, a mediados de mes nos escaparemos unos días a la playa, en ese caso introduciendo una novedad, que nos vamos a un hotel porque no tenemos familia a la que visitar...

domingo, 5 de agosto de 2012

Andar o no andar

Esa es la cuestión desde que Mario aprendió a caminar solo. Siempre salimos de casa andando, aunque al principio con la silla a todas partes para cuando se cansara. En los primeros tiempos era casi cuando salíamos de la urbanización, luego comenzó a llegar andando hasta casa de los abus y poco a poco sus paseos fueron cada vez más largos. Ahora podemos ir a tirar la basura y a hacer los recados por el barrio sin la silla, o a un parque cercano, o volver desde el coche aunque aparque lejos, y sabemos seguro que no se va a cansar y no van a hacer falta brazos (que son casi 12 kilos...).
Pero cuando vamos a dar una vuelta por Madrid, a un parque más lejos, a un centro comercial, a hacer recados más lejos o a hacer la compra, etc; tenemos el dilema servido. Si va andando, vamos mucho más lentos (que a veces no importa, pero otras hay prisa) porque hay que ir a su ritmo, se entretiene con todo, hay que discutir con él porque no quiere ir de la mano y quiere ser él quien decida a dónde ir. Pero si va en la silla, va aburrido y quejándose porque quiere andar. Y además a nosotros nos parece bien que ande, que cada vez vemos niños más mayores en las sillas... Un buen calzado y que tire.
Como siempre, estamos en el término medio según lo que hagamos va más o menos tiempo sentado. Lo que nos está funcionando es no cogerle de la mano sino darle un dedo para él se agarre. Parece una tontería, pero en cuanto notaba que le cogíamos se enfadaba y paraba, pero si es él que se agarra a nosotros, va tan contento.

viernes, 3 de agosto de 2012

Atención a las guarderías en verano

Teníamos pensado que Mario fuera en Julio a la guardería, ya que nuestras vacaciones eran en Agosto. Pero en cuanto comenzó el periodo vacacional notamos que Mario empezaba a ir a disgusto al "cole". Fijándonos un poco, vimos rápido lo que pasaba. Como en casi todas las guardes están notando mucho la crisis, aprovechan para recortar de donde pueden y el verano es una buena oportunidad. 
Juntaron a los pocos niños que iban en una única clase aunque fueran de diferentes edades. Cada día iba una cuidadora diferente y no eran las mismas que habían cuidado de Mario durante el curso. Y aunque nos decían que comía muy bien, había que darle de comer nada más llegar a casa al mediodía (cosa que no había ocurrido en todo el año). Todo esto más algunos detalles relacionados con la higiene y los cuidados más básicos nos hicieron replantearnos el verano de manera que desde el día 15 de Julio Mario está oficialmente de vacaciones. Entre padreprimerizo y yo nos hemos arreglado los horarios, y con la ayuda puntual de los abus eso ha sido suficiente para que Mario no tuviera que volver a la guardería.
Ahora ya estamos los tres de vacaciones, así que todo olvidado. A posteriori las dueñas de la guardería nos han admitido que han recortado mucho durante el verano para no cerrar pero para gastar lo mínimo ya que si no iban a tener que despedir a cuidadoras para el próximo curso. Pero a nosotros nos han cobrado lo mismo, y lo peor de todo: no nos han avisado ni explicado nada. Si nos hubieran dicho esta es la mensualidad y estos son los servicios que te damos a cambio, que no son los mismos que has tenido durante el curso, lo hubiéramos podido sopesar y decidir en consecuencia. Pero con esta política de hechos consumados estamos bastante descontentos, lo que es una pena porque en general todo ha ido muy bien durante el curso. Por desgracia, hablando con otros padres, hemos visto que no es el único centro en esta situación y en el que han ocurrido estas cosas.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Cepillar los dientes a un bebé

Teníamos nuestras dudas de cuándo empezar, hace unas semanas que compramos un cepillito especial para bebés. Esta mañana Mario estaba conmigo mientras yo me lavaba los dientes y me pedía mi cepillo y la pasta.
He aprovechado, me he puesto con él en el bidé, le he dado su cepillo y estamos estado "jugando" a cepillarnos. Al principio no me abría la boca porque le hacía como cosquillas, pero luego he podido cepillarle sus ocho dientes más o menos bien (sobre todo por delante, que abre la boca muy poquito) y la lengua (que se ha partido de la risa claro). Sólo con agua, sin pasta, por supuesto.
Yo creo que será como lo del orinal, ir probando poco a poco pero todos los días para que vaya cogiendo buenas costumbres.
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