Pues eso, que el calzado de verano que le compramos a Mario en Junio era del número 21 y le quedaba holgado. Al pasar el verano cada vez le ha quedado más justo, pero iba bien, y de repente se levanta, y no le caben los pies dentro!!! Juraría que el último estirón ha sido en una noche.
Hemos tenido que salir deprisa y corriendo a comprarle algo para poder ponerle en los pies, una faena, porque ya casi no queda nada de rebajas de verano y todavía están poniendo lo de la nueva temporada. Sobre todo hay zapatos para uniformes de colegio.
Y resulta que de la misma marca lleva un 23 con todas las de la ley. Claro, por eso tiene tanta hambre estos días, porque el resto del estirón ha sido por el estilo... Qué barbaridad, jaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario