Parece que ya hemos encontrado la solución a la crisis de sueño, llevamos unos días, y o es casualidad, o funciona de verdad.
Lo que hemos hecho ha sido adelantar la hora del baño. Si recordáis al principio le bañábamos antes de la merienda porque se disgustaba mucho y si le bañabamos más tarde, con el drama no dormía bien. Luego, cuando el baño empezó a gustarle, empezamos a bañarle justo antes de la cena, porque le relajaba mucho y le venía genial para dormir. Pero ahora el baño es más bien un deporte, porque nada, flota, salpica y no para.
Así que le bañamos un rato después de la merienda (esperamos lo suficiente para que no tenga reflujos con el movimiento). Alrededor de las 19.00 está en el agua, de manera que cuando terminamos, le ponemos un rato en la hamaquita y se echa una minisiesta antes de la cena, unos 20 minutos.
De esta manera, consigue cenar el biberón entero porque no está agotado, pero tampoco está acelerado cuando le acostamos. Bien por nosotros, estos días la toma de madrugada está siendo a las 5.00 o 5.30!
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