Estos días el culete de Mario daba mucha pena, entre las pupas de la varicela, las cacas sueltas que tuvo los primeros días y las babas ácidas de los dientes, nunca lo había tenido tan mal.
Pero extremando la higiene (con agua tibia y secando bien a golpecitos) y con Calenduflor, la verdad es que en nada de tiempo se le ha mejorado.
La verdad es que para todos los problemas que ha tenido Mario en la piel desde que nació (descamación y sequedad, costra del lactante, culete), los productos de caléndula han sido milagrosos, así que es lo que usamos habitualmente, le va de maravilla.
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