Ha sido una semana rara para Mario y para nosotros, después de pasar toda la varicela en casa, ha empezado a ir a la guardería otra vez. Y no le apetece nada!!!
Todos los días le hemos dejado llorando, y no nos había pasado nunca, pero se nota que es mayor que cuando le llevamos la primera vez y ahora se da más cuenta de todo. Nos dicen que deja de llorar en cuanto nos vamos y que pasa la mañana jugando y contento, pero se hace muy cuesta arriba.
Cuando le recogemos y le llevamos a casa, está tan eufórico de salir de allí, que luego no quiere dormir siesta. Parece que le da la sensación de que se pierde cosas, y quiere estar con nosotros y jugando, aunque esté agotado. Así que las tardes de esta semana han sido divertidas pero un poco largas, porque el pobrete sin dormir siesta acaba que no puede con la vida. Menos mal que no ha hecho muy mal tiempo y le hemos podido sacar de paseo casi todas las tardes.
A ver si poco a poco coge el ritmo otra vez y no le cuesta tanto.
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