Bueno, llevamos ya una semana desde que cambiamos la dieta de Mario y de momento, está siendo un éxito. Los dos primeros días no teníamos muy buenas perspectivas, pero luego todo ha ido sobre ruedas.
Teóricamente con los cereales y la fruta Mario debía pasar de 6 tomas al día a 4: para desayunar y cenar leche con cereales, para comer leche y para merendar la papilla de frutas. Los dos primeros días las cosas no fueron así, claro.
Primer día
Empezamos ofreciéndole papilla de frutas para la merienda. Se la preparamos como nos aconsejó la pediatra: media manzana, media pera, medio plátano y la mitad de un zumo de naranja, con 2 cacitos de cereales. Pero entre que era la primera vez que comía algo que no era líquido, la cuchara y el sabor ácido de la naranja (por las caras que ponía, como si mordiera un limón, esto fue lo que más le fastidió), no quiso tomar nada. Así que acabó merendando su biberón de leche de siempre.
Para la cena le ofrecimos un biberón de 210 ml de leche con 2 cacitos de cereales. La verdad es que como estaba medio dormido, le entró bastante bien, aunque no se los terminó. No le dimos recena y a las 4 de la madrugada tuvimos que darle leche.
Segundo día
En el desayuno le ofrecimos de nuevo 210 ml de leche con 2 cacitos de cereales. Esta vez, como estaba despierto, no quiso ni probarlos, cerró la boca y dijo que Rita.... Así que le dimos leche sola para que desayunara algo. Comió normal y en la merienda le volvimos a ofrecer papilla. Pero sustituimos el zumo de la media naranja por 90 ml de leche. Así la papilla estaba mucho más dulce y un poco más líquida. Esta vez le encantó y se comió más o menos la mitad. Y por la noche sí que se tomó los cereales, 210 ml de leche con 2 cacitos de cereales. No le dimos recena, y a las 5 de la mañana pidió su leche.
Tercer día
Como parecía haberse acostumbrado a los cereales, le ofrecimos 240 ml de leche con 4 cacitos. Se tomó más o menos la mitad. Comió bien su leche y merendó otra vez la mitad de la papilla preparada igual que el día anterior. Le pusimos el zumo de media naranja en un biberón para ofrecérselo antes, durante y después de la merienda. De momento no le gustó, pero la idea es que se fuera acostumbrando al sabor ácido. Paciencia. Y para la cena, se tomó 240 ml de leche con 4 cacitos: enteros! Le acostamos y amaneció a las 9 de mañana siguiente. Yo no dormía tanto desde el principio del embarazo, no me lo podía creer.
Y así poquito a poco hasta hoy, que estamos en:
- Desayuno a las 9.00: Le preparamos 240 ml de leche con 4 cacitos, a veces come más y a veces come menos, depende.
- Comida a las 13.00: Le preparamos 240 ml de leche, si ha desayunado bien, no pasa de 120 ml, si no ha desayunado mucho, se los toma casi enteros.
- Merienda a las 17.00: Le preparamos la papilla con 60 ml leche (ya le gusta más espesita) y se la toma entera. A sorbitos, ya se termina el biberón con el medio zumo de naranja, ya casi no pone caras raras, así que a lo mejor un día de estos probamos a ponerle el zumo en la papilla a ver si le gusta.
- Cena a las 21.00: Le preparamos 240 ml de leche con 4 cacitos, que se suele tomar siempre casi enteros. Con lo que aguanta hasta la maña siguiente del tirón, qué maravilla.