Ya estamos con las rebajas de verano, y esta vez no vamos a pagar la novatada. Os cuento: cuando fueron las rebajas de invierno no nos dimos cuenta de que se comportan con los bebés igual que con los adultos, es decir, que en cuanto terminan las rebajas, sacan la ropa de la nueva temporada. Y como Mario estaba recién nacido, no se nos ocurrió irnos de compras.
A mediados de Mayo, a Mario se le había quedado todo pequeño y no tenía casi ropa que le valiera. Pero cuando fuimos a comprarle algo, nos encontramos con que casi todo era de verano, y claro, no nos servía, porque todavía hacía frío. Tuvimos que dar un montón de vueltas para encontrar bodies de manga larga, alguna chaqueta, etc.
Esta vez, hemos sido previsores, y como seguro que un par de semanas han sacado toda la ropa de invierno (es cosa mía ¿o no tiene ningún sentido?), hemos comprado en las rebajas ropa de verano de tallas más grandes que las que Mario lleva ahora para que tenga ropa que le sirva en Agosto y Septiembre. Es absurdo, pero es así. Como diría mi abuela, chica previsora vale por dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario