Cuando estaba embarazada mi marido y yo hablábamos mucho de cómo queríamos hacer las cosas. En teoría, claro, sabíamos que luego en la práctica todo es susceptible de cambiar. Las clases de pre-parto también nos vinieron muy bien para "debatir" cómo nos imaginábamos en breve siendo papás, lo que nos parecía bien y lo que en principio, no tanto.
Al nacer Mario, todo nos ha desbordado, en positivo y en negativo. Pero más o menos hemos mantenido lo que habíamos decidido: intentar guiarnos por el tan complicado término medio.
No nos parecía bien intentar una crianza "alemana" con el reloj en la mano y el niño desfilando, pero tampoco va con nosotros todo el tema de crianza natural o con apego, colecho y demás. De momento no vamos mal. O eso creo....
Mario se duerme solo desde el principio, en su cuna, y por las noches, siempre en nuestra habitación y luego ya en la suya. Pero si un día está rarito, excesivamente cansado, ha tenido cólico, etc; si hace falta dormirle en brazos, en el sofá con nosotros o que nos quedemos a consolarle hasta que se duerma, lo hacemos.
Y todas las mañanas desde que lo trajimos a casa con nosotros, cuando se despierta, le metemos un rato con nuestra cama para achucharle, remolonear y jugar un rato. Es un placer al que no se debe renunciar! Aunque no hemos dormido con él en la cama ni una sola noche.
No le hemos dejado comer bajo demanda, y hemos impuesto una rutina para las comidas desde el primer día, pero si un día no quería comer o estaba muerto de hambre, no ha pasado nada por mover los horarios.
Y más o menos así con todo. Ni un extremo ni el otro, o por lo menos intentarlo. Ahora que todo se bautiza ¿tiene nombre esta forma de crianza? Para nosotros es sentido común, pero cada uno tiene el suyo propio.
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