sábado, 12 de mayo de 2012

Bailando

En casa siempre hay música puesta, cantamos mucho y también somos bailones. A Mario le encanta desde pequeño que pongamos música, que cantemos, y que le cojamos en brazos y bailemos con él. Ahora de cogerle, nada de nada, que ya baila él solo con sus propios pasos.
En cuanto escucha música, la que sea (hasta la de los anuncios si es un poco animada), se pone a bailar. Antes movía el culo, se agachaba al ritmo. Ahora ha aprendido a dar vueltas, a dar palmas, a agitar los brazos, a moverse por todo el salón. Se lo pasa genial y da gusto verle. El único problema es que el único ratito del día que antes pasaba tranquilo, unos minutos de televisión todos juntos antes de su baño (con aerosoles o sin ellos, según esté la salud) y de su cena, ahora en vez de relajarle son minutos de "juerga" en cuanto hay música en lo que le pongamos (da igual que sean Cantajuegos, Baby Einstein o similar, todo es bailable para él), porque si le entra la marcha, se baja del sofá y se pone a bailar como un loco. Y luego nos dicen que es un niño tranquilo.... es muy bueno, pero parar, no para nunca. Como dice él, le va mucho la "acha-acha" (marcha marcha).

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